La primera ministra del Reino Unido intenta capear el temporal político desatado por el Brexit

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11 de julio de 2018, 4:00 AM
11 de julio de 2018, 4:00 AM

La primera ministra británica, Theresa May, presidió ayer una reunión de un Gobierno con caras nuevas tras las dimisiones de la víspera por las diferencias en torno al Brexit, determinada a no dar su brazo a torcer.

May afronta el malestar de los euroescépticos de su Partido Conservador, que creen que está haciendo demasiadas concesiones a Bruselas en las negociaciones de salida de la UE, pero tiene el apoyo de los moderados y de momento no hay movimientos para someterla a una moción de confianza.

El que era hasta el lunes ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, escribió en su carta de renuncia que “el sueño del Brexit se muere" y que, bajo la dirección de May, el Reino Unido se encamina al estatuto de “colonia" de la UE.

 La dramática dimisión de Johnson, horas después de la del ministro del Brexit, David Davis, hizo que la libra cayera en los mercados de divisas.
Había rumores de nuevas dimisiones, pero no se han producido y May parecía haber capeado el temporal.