Efectivos y naves de 13 países continúan buscando al submarino desaparecido en el Atlántico Sur. La nave entró en fase crítica por la falta de oxígeno. La Armada no pierde las esperanzas, pero los familiares reclaman por la lentitud

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23 de noviembre de 2017, 4:00 AM
23 de noviembre de 2017, 4:00 AM

Con dolor y desesperación, los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan cuestionaron la lentitud del operativo de rescate encabezado por la Armada argentina, que no puede dar con la nave desaparecida hace una semana tras reportar una avería en una de las baterías. Las autoridades no saben si el submarino está sumergido en fase crítica de oxígeno para la supervivencia de los tripulantes o flota a la deriva.

“No hay rastros. No hay ningún tipo de contacto detectado ni indicios. Estamos en una fase crítica de oxígeno en el séptimo día, si el escenario fuese de que está en inmersión”, dijo el vocero de la Armada, Enrique Balbi.

El ARA San Juan mide 66 metros de eslora y fue fabricado en 1983 en Alemania. Está equipado con torpedos. Los recortes presupuestarios han limitado la actividad de patrullaje marítimo de la Armada frente a la pesca ilegal. 

Aeronaves y buques de 13 países lo buscan en un área de casi 500.000 km2. No hay comunicaciones con el submarino ni tampoco señales de pedido de socorro. Un megaoperativo de alerta preventiva se organizó en hospitales de Comodoro Rivadavia, en la Patagonia, 1.760 km de Buenos Aires, adonde podrían ser llevados los marinos si son hallados.

El peor escenario  
“El escenario en las peores condiciones sería estar en inmersión y con imposibilidad de salir a superficie para hacer 'snorkel' (entrada de aire) y no poder renovar el oxígeno”, explicó Balbi.

Unos 4.000 efectivos buscan al ARA San Juan en barcos y aviones de Argentina, Alemania, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Noruega, Perú, Reino Unido y Uruguay. Ayer, el presidente ruso Vladimir Putin, durante una conversación telefónica con Mauricio Macri, puso a disposición un buque oceanográfico de alta complejidad para este tipo de operaciones.

Un ruido anómalo en el océano, detectado unas horas después del último contacto con el submarino hace siete días y cerca de su última posición conocida, es investigada por la Marina argentina, que evita hablar de una explosión.

El almirante de la Armada argentina Guillermo Delamer admitió que si flota “los radares lo detectarán”, aunque le dijo a la misma emisora que “aún puede estar navegando a muy baja velocidad”.

El sumergible es uno de los tres que posee la Armada. Debía haber llegado el lunes a su base en Mar del Plata, 400 km al sur de la capital. Los familiares de los tripulantes viven horas de angustia en el apostadero. Hacia allí se dirigía tras zarpar hace diez días desde Ushuaia, en el extremo austral de Argentina.

Entre los tripulantes figura Eliana Krawczyk, de 35 años, la primera mujer submarinista de Su-damérica.

El experto francés Dominique Salles, excomandante de submarino y presidente de una asociación francesa de exsubmarinistas, la Agasm, dijo, sin embargo, que hay una “esperanza razonada” de rescate.

“En un submarino, los incidentes más graves que uno puede temer son una filtración de agua y un incendio. En los submarinos modernos las medidas de seguridad intrínsecas y el entrenamiento de la tripulación permiten normalmente combatirlos”, agregó.

Retrasos en el operativo

Ayer surgieron las primeras críticas de familiares al operativo. “Hay cortinas de humo. No se sabe nada. Tengo mucho dolor, tendrían que haber decidido antes mover todos los medios para salvarlos. No quiero enterrar a mi hermano”, dijo entre sollozos Elena Alfaro, hermana del submarinista Cristian Ibáñez (distintos padres), a la prensa en Mar del Plata.

El presidente Mauricio Macri pidió el martes a los mandos militares “usar todos los medios disponibles” para hallar al sumergible, añadió Balbi.

“Si estuviesen en condición de supervivencia hay alternativas para economizar oxígeno: se manda a todo el mundo a dormir o generar oxígeno con unas candelas”, dijo el vocero naval.
Han habido varias falsas alertas de hallazgos en ultramar, como balsas, bengalas y sonidos.

La última comunicación del ARA San Juan fue el miércoles de la semana pasada.  Declaraba una avería en las baterías. En aquel momento navegaba por el Golfo San Jorge, a 450 km de la costa.

La preocupación entre los familiares de los tripulantes del submarino desaparecido iba en aumento, en momentos que los expertos advierten que el oxígeno habría caído a niveles críticos.

La hermana de Cristian David Ibáñez dijo que si el operativo de búsqueda hubiese empezado “antes”, los tripulantes ya estarían con sus familias.  

“Mucha impotencia sentimos, mucho dolor, porque hay cosas que se debieron haber hecho antes, y no esperar que queden 24 horas de vida”, afirmó Elena, una de las hermanas del radarista del ARA San Juan, desde la base naval de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires.