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Premio a la protesta política y social en el Carnaval de Río
El montaje arrancó la ovación del público, pero también una polémica sobre el lugar de la manifestación
Brasil premió ayer la osadía de la escuela de samba Beija-Flor y la declaró campeona del carnaval de Río de Janeiro tras un desfile rompedor que convirtió el sambódromo en un grito contra los males del país, desde la corrupción hasta la violencia y la discriminación.
Esta edición del carnaval, que coincide además con un año electoral en Brasil, ha estado marcada por la crítica política y social, aunque la apuesta de Beija-Flor fue un arriesgado desafío y reprodujo sobre el sambódromo escenas grotescas de la vida cotidiana.
Un desfile impactante que, por primera vez, llevó cuadros que reproducían tiroteos, arrastoes (asaltos múltiples), féretros y una ‘Piedad’ sosteniendo el cuerpo de un policía muerto.