El montaje arrancó la ovación del público, pero también una polémica sobre el lugar de la manifestación 

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15 de febrero de 2018, 4:00 AM
15 de febrero de 2018, 4:00 AM

Brasil premió ayer la osadía de la escuela de samba Beija-Flor y la declaró campeona del carnaval de Río de Janeiro tras un desfile rompedor que convirtió el sambódromo en un grito contra los males del país, desde la corrupción hasta la violencia y la discriminación.


Esta edición del carnaval, que coincide además con un año electoral en Brasil, ha estado marcada por la crítica política y social, aunque la apuesta de Beija-Flor fue un arriesgado desafío y reprodujo sobre el sambódromo escenas grotescas de la vida cotidiana.


Un desfile impactante que, por primera vez, llevó cuadros que reproducían tiroteos, arrastoes (asaltos múltiples),  féretros y una ‘Piedad’ sosteniendo el cuerpo de un policía muerto.