Con casi 30.000 candidatos y en medio a los comicios más inciertos desde que Brasil retomó su democracia en 1985, la interminable lista de nombres estrambóticos incluye imitadores de estrellas de Hollywood, superhéroes y hasta Bin Laden

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8 de septiembre de 2018, 16:28 PM
8 de septiembre de 2018, 16:28 PM

Ocho años después de haber sido elegido bajo el lema "Peor de lo que está, imposible, vota Tiririca", el payaso más famoso de Brasil intenta su tercer mandato como diputado en unas elecciones en las que también participan un sin número de héroes, animales, dibujos animados y hasta el "Papa" y "Obama".

"¿Adivina quién ha vuelto? ¡Soy yo!", afirma el payaso Tiririca en su propaganda electoral en televisión, antes de anunciar que había "engañado" a los electores al afirmar que "no iba a volver". De cara a las elecciones del próximo 7 de octubre, cuando unos 147 millones de brasileños se darán cita en las urnas para elegir presidente, gobernadores, senadores y diputados, los partidos políticos sacan todas su armas para captar los votos de los más diferentes segmentos de la población.

Con casi 30.000 candidatos y en medio a los comicios más inciertos desde que Brasil retomó su democracia en 1985, la interminable lista de nombres estrambóticos incluye imitadores de estrellas de Hollywood, superhéroes y hasta Bin Laden. Así, Batman, Hulk, Wolverine, el Hombre de Hierro y el Hombre-Araña son algunos de los "héroes" que prometen combatir el "mal" y la corrupción en caso de que lleguen a la Cámara Baja.

"Cultura y deporte necesitando de cambios, vota en el Hombre-Araña, él es la esperanza", afirma una voz femenina por detrás de una pegadiza música de fondo, que suele ser inspirada en los ritmos populares brasileños, como el samba o el funk carioca. Se trata de una estrategia particularmente efectiva en Brasil, donde el sistema electoral permite que un candidato sea elegido con un porcentual muy bajo de votos -a veces con menos del 1 %.

Así, la apuesta de partidos y candidatos es centrarse en un único segmento de la sociedad para conseguir la mayor identificación posible. Tal es el caso del comerciante Márcio Martins Nardin, el Hombre de Hierro, que aspira una plaza en la Cámara de los Diputados y que invirtió tiempo y dedicación en la obtención de un visual bastante similar al de Tony Stark para conquistar al electorado.

Según datos del Tribunal Electoral, muchos de estos candidatos no cuentan con formación básica, por lo que los personajes populares se promueven a través de mensajes electorales simples, videos de campaña casi caseros y referencias del cine y de la televisión para atraer la atención y el voto.

Entre los 28.216 candidatos registrados en el Tribunal Superior Electoral para las elecciones de este año, el tintero de personalidades que aspiran a un cargo electivo en Brasil incluye también un Cowboy, un Mr. Bean, el Papa, un Santa, un Papá Smurf y hasta Barack Obama. Aguiar de la Palomita, Hilda de la Manzana de Caramelo, Chicle, Salchicha, Pastelito de Maíz o Aguacate podrían hacer parte de una apetitosa canasta de picnic, pero en realidad cada uno de ellos anhela la oportunidad de convertirse en uno de los 513 diputados de Brasil.

Hay también aquellos que se decantan por los animales, por lo que la rocambolesca carrera electoral cuenta con la presencia de varios "perros, perritos y perrones", una lagartija, un tiburón, dos yacarés, un oso, un sapo e incluso un galo ciego. Pelé hay dos, aunque ninguno ha ganado un Mundial, mientras que "Michel Jackson" dejó la Tierra del Nunca para aterrizar en territorio brasileño en plena campaña política.

"Alguien" y "Nadie" igualmente están en búsqueda del aliento del voto de los brasileños. Ya Bob Esponja, Aladín, Piolín y los gatos Silvestre y Félix dejaron atrás la pantalla y las series de animación para intentar la suerte en la carrera electoral.
 Algunos de los candidatos no esconden su modestia y apuestan por sus atributos físicos o de personalidad, como Hermosito, el Bello del autobús, la Graça Buena Gente, el "Exclusivo" y un sin número de "Gatos", una manera coloquial de los brasileños para referirse a una persona guapa.

De acuerdo con la legislación brasileña, no existen restricciones a los "nombres de guerra" de los políticos -aquellos que salen en las campañas, en la televisión y en las urnas de votación- desde que no sean considerados ofensivos. Así, el exfutbolista y senador Romario, aspirante a Gobernación de Río de Janeiro, comparte el césped electoral con "Neymar Muy Pesado" y con uno de sus tocayos, pero el de "la barbacoa".

Un año más, el surrealismo y la extravagancia irrumpen en la ruta de los aspirantes a un hueco en la política brasileña con aguzado buen humor, pero puede que el consanguíneo de "Marcos Leal el Hermano Guay" no se haya puesto demasiado contento.