Los "primeros elementos de la investigación" apuntan a un "modus operandi" similar a los llamados de la organización yihadista Estado Islámico (EI), que en sus vídeos de propaganda urge a atacar a policías

El Deber logo
30 de mayo de 2018, 7:20 AM
30 de mayo de 2018, 7:20 AM

La fiscalía federal belga calificó este miércoles de "asesinato terrorista" el ataque la víspera en Lieja (este), en el que murieron dos agentes de la policía local y un joven de 22 años, así como el atacante.

"Los hechos están calificados de asesinato terrorista y de intento de asesinato terrorista", dijo en rueda de prensa Wenke Roggen, portavoz del ministerio público encargado de los casos de terrorismo.

Los "primeros elementos de la investigación" apuntan a un "modus operandi" similar a los llamados de la organización yihadista Estado Islámico (EI), que en sus vídeos de propaganda urge a atacar a policías con un cuchillo y hacerse con sus armas, como sucedió en Lieja, explicó.

El autor del ataque, identificado por la fiscalía como Bejamin H., un belga nacido en 1987, "gritó en varias ocasiones 'Allahu Akbar'" (Alá es grande) y "estuvo en contacto con personas radicalizadas" en 2016 y principios de 2017, agregó la vocera.

El asesino gritó "varias veces 'Alá es grande' y estaba en contacto con personas radicalizadas", indicó el portavoz de la Fiscalía, Eric Van Der Sypt, en una rueda de prensa, en la que confirmó que se investigan los hechos como "asesinato terrorista e intento de asesinato terrorista".

El terrorista, un belga llamado Benjamin Herman y nacido en agosto de 1987, "atacó a dos agentes de la policía de Lieja con un cuchillo, por la espalda" y remató en el suelo a las agentes de 45 y 53 años con sus propias armas.

https://youtu.be/gbp9RZ-KJvM

 A continuación entró "varias veces" en un café cercano en el que no vio a nadie y después disparó contra un coche, matando a un joven de 22 años.

 La fiscalía federal estudia ahora si el atacante, que murió el martes a manos de las fuerzas de seguridad, actuó solo y busca "determinar si sus motivaciones eran o no terroristas", precisó Roggen a preguntas de los periodistas.

El ministerio público explicó que la justicia tenía fichado al autor del ataque desde que era menor de edad y que ya había sido condenado en el pasado por robos con violencia y consumo de estupefacientes, entre otros delitos comunes.

El atacante de 31 años "también es sospechoso de un asesinato cometido en On" el lunes por la noche, horas después de salir de la prisión cercana de Marche-en Famenne (sur) con un permiso penitenciario que expiraba un día después a las 19H30 (17H30 GMT), indicó Roggen.

"Las circunstancias exactas de estos hechos son objeto de una investigación distinta", agregó la portavoz de la fiscalía federal belga. Según medios locales, el fallecido era toxicómano y recibió martillazos.

El Ministerio Público no aclaró, sin embargo, si Herman se había escapado de prisión en 2016 y había sido capturado un año más tarde, como apuntan algunos medios belgas. "No tenemos información al respecto", indicó la portavoz de la Fiscalía Wenke Roggen