El hecho sucedió en Acatlán de Osorio, una pequeña ciudad en el sur de Puebla, en el centro de México. Los acusaban de robar niños

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18 de septiembre de 2018, 13:35 PM
18 de septiembre de 2018, 13:35 PM

Hace unos días surgió en Bolivia una polémica en torno a las viralización de imágenes de un hombre que supuestamente se dedicaba a robar niños y que en verdad solo vendía figuritas en las puertas de los colegios. Este caso no pasó a mayores y el afectado se presentó a la Policía con su abogado para descartar rumores. 

Las redes sociales pueden fácilmente convencer a una gran mayoría de que un hecho falso es real, con consecuencias fatales, como sucedió en México donde dos hombres fueron quemados vivos luego que se difundiera en Facebook la falsa versión de que se trataba de dos delincuentes que se dedicaban al secuestro de niños. 

El hecho sucedió a finales de agosto pasado en Acatlán de Osorio, una pequeña ciudad en el sur de Puebla, México, pero recién quedó confirmado que las dos personas asesinadas eran dos hombres inocentes que encontraron la muerte por un grave error.

Según señala la web 'Verifica AJ+', Alberto Flores, de 43 años, y su sobrino Ricardo, de 22, tomaban unas cervezas en plena calle y a escasos metros de una escuela. Una maestra reportó el hecho a la Policía y logró que los detengan por consumir bebidas alcohólicas en la calle, pero los acusó falsamente de ser ladrones de niños. 

Esos días circulaba en Facebook, y a través de cadenas de WhatsApp, una supuesta alerta a los padres de familia sobre una banda de secuestradores de niños que estaba llevándose a niños en Puebla, Yucatán, Tamaulipas, Jalisco, Hidalgo, Durango y Sinaloa. Al enterarse de la detención de las dos personas, saltó la versión en las redes de que los Alberto y Ricardo eran parte de esos grupos criminales.

La gente empezó a reunirse de a poco en la comisaría, pero sería el llamado de un reportero local el que sería definitivo para que suceda el linchamiento. A través de un Facebook Live llamó a la gente a que acuda hasta el lugar: "Ahorita están aquí los secuestradores", dijo una y otra vez.

En la estación policial solo había ocho efectivos, que fueron rebasados fácilmente por la turba. Los dos acusados fueron sacados a la calle, fueron rociados con gasolina y les prendieron fuego. Ardieron hasta morir. 

La Policía de Bolivia ha advertido que las denuncias sobre sospechosos o robos de niños deben hacerse de manera física, en persona, y no por las redes sociales. Por ejemplo, la pasada semana circuló en redes sociales que en el barrio Magisterio cuatro niños fueron subidos a un vehículo. Nunca hubo denuncia de los padres o de educadores de la zona, solo era una noticia falsa.