El izquierdista Manuel López Obrador, el oficialista José Antonio Meade (PRI) y el conservador Ricardo Anaya (PAN) no dan respuesta de cómo enfrentarán a la violencia

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18 de junio de 2018, 9:04 AM
18 de junio de 2018, 9:04 AM

En dos semanas, 89,3 millones de mexicanos irán a las urnas para elegir al sucesor de Enrique Peña Nieto y renovar el Congreso bajo el signo de la violencia y un fuerte debate sobre la corrupción estructural. Están en juego 3.400 cargos públicos en 30 de los 32 estados del país en medio de una fuerte pugna política. Con más de 114 políticos y aspirantes asesinados y un tendal de heridos, las elecciones generales del 1 de julio serán las más violentas de la historia de México. El líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador, encabeza los sondeos, seguido por el oficialista José Antonio Meade, del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En tercer lugar, según las encuestas, está el conservador Ricardo Anaya, del Partido Acción Nacional (PAN). Ninguno de los tres pudo dar, hasta ahora, una señal clara de cómo resolverá la violencia vinculada a la acción de los cárteles de la droga que controlan el norte de México, la puerta de entrada de la droga hacia el pujante mercado de Estados Unidos.

La gran mayoría de los homicidios contra políticos ha sido hacia miembros de la coalición del PRI con 44 asesinatos, un 34% de todos los crímenes de políticos. Le sigue la coalición del PAN que registra 43, Morena con 18 aspirantes muertos y 9 de otros partidos. 

Pero la violencia va más allá de la política. El país vivió justo en 2017 cerca de 25.000 homicidios dolosos, su año más sangriento desde que estableció un registro de asesinatos en 1997.

De hecho, el sexenio de Enrique Peña Nieto es ya más sangriento que el de Felipe Calderón, con más de 104.583 asesinatos registrados entre diciembre de 2012 y marzo de 2018.
Del más del centenar de personas asesinadas, 16 son mujeres, según el Indicador de Violencia Política de la consultora privada Etellekt. La última en ingresar a la lista de asesinados fue Rosely Danilú Magaña, candidata local del PRI en el estado Quintana Roo, que murió tras haber sido atacada a tiros durante un mitin electoral el fin de semana.

Entre las mujeres asesinadas, se encuentran cuatro candidatas a puestos de elección, tres militantes de partidos políticos, tres regidoras, dos precandidatas, dos activistas y dos dirigentes partidistas.

La consultora indicó que desde que comenzó el proceso electoral, el 8 de septiembre de 2017 y hasta este 14 de junio, ha registrado 306 agresiones, de las cuales en 106 casos las víctimas han sido mujeres, incluidos los asesinatos.

El estado con mayor nivel de violencia contra actores políticos femeninos en este periodo electoral es Puebla con 12, seguido por Guerrero (11), Oaxaca (9), Ciudad de México (8) y Michoacán (6).

El jueves pasado se celebró en la mayoría de las plazas del país y en redes sociales la jornada de activismo #AltoALaViolenciaPolítica. En el actual proceso electoral que culminará con la elección del 1 de julio 3.514 mujeres compiten por algún cargo público. 

Preocupación internacional

La delegación de la Unión Europea (UE) en México expresó su preocupación por el "nivel de violencia e intimidación" en el marco de los comicios presidenciales de 2018 en ese país.
Desde que se inició el proceso electoral, en septiembre de 2017 y que culminará en las urnas el 1 de julio, en México han ocurrido más de 305 agresiones a actores políticos y sus familiares y 114 asesinatos de aspirantes, según el Indicador de Violencia Política.

“Manifestamos nuestra profunda preocupación por el nivel de violencia e intimidación en el proceso electoral”, señaló la delegación de la UE en México en un comunicado con las embajadas en el país de sus estados miembros, más las de Noruega y Suiza.

La UE y estas embajadas lamentaron el asesinato de personas relacionadas con las elecciones y mostraron su solidaridad con las familias de las víctimas.

El pasado fin de semana, un candidato a diputado federal fue asesinato a balazos al salir de un debate en la ciudad de Piedras Negras, estado de Coahuila, y una aspirante a regidora en Isla Mujeres, estado de Quintana Roo, fue herida y murió dos días después en un hospital. Con estos asesinatos se incrementó a 114 los asesinatos en el actual proceso, 28 precandidatos, 15 candidatos y el resto corresponde a alcaldes, exalcaldes, regidores, militantes, dirigentes, exregidores, diputados, síndicos y exsíndicos.
 

Irracionalidad en la política mexicana que no se detiene

Fidel Carlos Flores 
Periodista 

México sufre un trágico círculo vicioso reproducido por la impunidad, corrupción y pobreza, que a su vez explican la extrema violencia que padecemos. El punto es que dicha vorágine ha crecido en los últimos dos sexenios con tal gravedad que se aproxima a un Estado fallido.
En dos semanas viviremos la jornada política más importante, intensa y polarizada de los últimos años. La elección presidencial del 1 de julio de 2018 parece ser el desenlace de la historia de un sistema político neoliberal que contribuyó a una brutal desigualdad del país.

Más de la mitad de la población vive entre el desempleo y la pobreza (con un salario mínimo aproximado de 4 dólares diarios) en contraparte una privilegiada concentración de riqueza de exorbitantes fortunas que ubica a sus dueños en primeros lugares de multimillonarios del mundo. 

Jenaro Villamil (colega periodista) en su último libro afirma que “dirige el país una cleptocracia, semejante a un sistema mafioso. No es un asunto de buenos contra malos, es un problema de estructura, de arquitectura, de un sistema que solo se sostiene bajo cimientos endebles. Un cáncer que ha invadido todo el cuerpo político e institucional. Corroe, corrompe, debilita cualquier anticuerpo democrático”.

En este escenario los dos sexenios últimos (PAN y PRI), arrojan cifras alarmantes: más de 220 mil muertos, 60 mil desaparecidos, 135 periodistas asesinados y solo tres meses previos a la elección 114 candidatos y políticos han sido ejecutados, el último Alejandro Chávez aspirante a la Alcaldía de Taretan /Michoacan.

Ya en la recta final y luego de tres debates donde participaron los 4 contendientes (López Obrador, Ricardo Anaya, José Meade y Rodríguez Calderón) a la presidencia de la nación, parece irreversible el triunfo de López Obrador por el amplio margen que le dan las encuestas, el rechazo a los gobiernos del PRI-PAN, incluido el enojo social, porque el crimen organizado no solo tomó control de plazas del narcotráfico, sino que inyectó dinero para algunas campañas políticas. Finalmente, ojalá esta votación sea capaz de derribar el inmenso muro que separa a la sociedad civil de una clase política desgastada, desprestigiada y decadente.