En cinco meses, dos modelos de la aeronave más moderna de la compañía estadounidense protagonizó accidentes que dejaron un saldo de 346 muertos 

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14 de marzo de 2019, 12:09 PM
14 de marzo de 2019, 12:09 PM

El Boeing 737 MAX es uno de los aviones más modernos y capaces del mundo, pero tras haber protagonizado dos accidentes áreamos en cinco meses en circunstancias similares, aumentan las sospechas de que un defecto de diseño afectaría a toda la flota, en sus versiones 7, 8 y 9.

De esta manera, tras la tragedia ocurrida el domingo en Etiopía varias aerolíneas y países, a través de las autoridades de aviación, ordenaron dejar en tierra el modelo hasta completar un estudio de lo sucedido en el vuelo de Ethiopian Airlines. 

Aunque aún se esperan datos de las cajas negras en Etiopía, se ha reportado que el accidente en Indonesia ocurrido en octubre se debió a una falla en los sensores de altitud y velocidad, un conflicto resultante con el sistema automatizado MCAS y la incapacidad de la tripulación para desactivar a este último, señala el portal Infobae.

Similitudes en los accidentes

Ambos aviones cayeron poco después de despegar, los pilotos reportaron un problema y pidieron volver al aeropuerto, y se detectaron patrones similares de cambios en la velocidad vertical, es decir en ascensos y descenso abruptos.

Las investigaciones sobre lo ocurrido en la tragedia de Indonesia señalan que la información errónea generada por una falla en los sensores llevó al MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System o  sistema de incremento de las características de maniobra) a realizar correcciones erróneas en los estabilizadores del avión, provocando la caída. Lo mismo podría haber ocurrido en Etiopía.

La función del MCAS es corregir la inclinación de la nariz del avión para evitar la llamada "entrada en pérdida", el momento en el que el avión alcanza una velocidad por debajo de la mínima y pierde sustentación. De esta manera, cuando los instrumentos reportan que la aeronave está ascendiendo demasiado, perdiendo rápidamente velocidad, el MCAS interviene y corrige en forma automática.

Si la información es errónea, la corrección hará que el avión se estrelle contra la tierra. Por eso existe la posibilidad de anular el sistema, pero no es un procedimiento sencillo y las tripulaciones no fueron en un principio entrenadas para hacerlo porque sencillamente no aparecía en el manual.

El MCAS ha quedado de esta manera en el centro de la atención, especialmente porque, de acuerdo a una denuncia del sindicato de pilotos de Estados Unidos, su existencia y el procedimiento de anulación no habría sido incluido por Boeing en los manuales, explica el mismo medio.

Procesos de certificación

El proceso también echa una sombra sobre los procedimientos de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, que certificó la seguridad del avión en 2017, actuó tibiamente tras el accidente en Indonesia en 2018 y tardó varios días en prohibir los vuelos del 737 MAX en 2019 luego de la tragedia en Etiopía.

Para muchos expertos, las modificaciones realizadas en los 737 MAX fueron importantes, y afectaron el manejo del avión, por lo que debieron requerir una certificación total de la aeronave como si fuera completamente nueva, un proceso largo y costoso.