La economía de Argentina acumuló entre enero y octubre pasado una caída interanual del 1,7%

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27 de diciembre de 2018, 17:06 PM
27 de diciembre de 2018, 17:06 PM

La economía de Argentina acumuló entre enero y octubre pasado una caída interanual del 1,7%, dato que confirma que el país se encamina a cerrar 2018 con uno de sus peores desempeños económicos de los últimos años.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó este jueves que el Estimador Mensual de la Actividad Económica, que sirve como anticipo provisional para medir la variación del producto interno bruto (PIB), arrojó en octubre una caída interanual del 4 %.

De este modo, la actividad económica sumó siete meses consecutivos con bajadas interanuales, con picos de caída del 6,6 % en junio y 6,1 % en septiembre. Los datos oficiales muestran que, al menos, la actividad económica creció en octubre un 0,9 % frente a septiembre.

Según los últimos datos oficiales disponibles, el PIB de Argentina registró en el tercer trimestre del año una caída interanual del 3,5 % y acumuló en los primeros tres trimestres de 2018 una bajada del 1,4 %.

Tras haber crecido un 2,9 % en 2017, la economía argentina se vio este año duramente golpeada por una combinación de factores adversos, domésticos y externos, no atajado a tiempo por las autoridades y que eclosionó en abril, bajo la forma de una fuerte inestabilidad en el mercado financiero.

Lo que parecía apenas una tormenta cambiaria pasajera era, en realidad, un síntoma de la desconfianza inversora hacia mercados emergentes, como el argentino, sumada a las dudas generadas en torno a la marcha de la economía local, afectada por una severa sequía, elevada inflación y un déficit fiscal difícil de sostener.

Al de abril se sucedieron otros sobresaltos financieros, que provocaron una fuerte depreciación del peso argentino, acelerando aún más la inflación, que cerrarán este año con alza cercana al 47 %. La elevada inflación y la alta tasa de interés fijada por el Banco Central como parte de una política monetaria más restrictiva han impactado negativamente en variables como el consumo, la financiación, la inversión y la actividad económica en general.

Según las proyecciones oficiales, compartidas por la mayoría de los analistas privados, el PIB de Argentina cerrará 2018 con una caída del 2,4 %.

La economía argentina no se contraía desde 2016, primer año de la gestión del presidente Mauricio Macri, cuando descendió un 1,8 %, pero, para hallar una caída que le supere en magnitud hay que remontarse a la calamitosa crisis de 2001 y 2002, cuando el PIB sufrió un desplome del 4,4 % y el 10,9 %, respectivamente.

Para el próximo año, el Gobierno prevé que la economía se contraiga un más moderado 0,5 %, aunque pronósticos privados ya afirman que la caída del PIB podría llegar al 1,5 % en 2019. Aunque se espera una cosecha agrícola récord, el año próximo la actividad económica Argentina se verá condicionada, entre otros factores, por la meta de ajuste fiscal comprometida por el Gobierno de Macri en su acuerdo de este año con el Fondo Monetario Internacional.

También incidirán en la actividad económica factores políticos, al celebrarse el próximo año elecciones presidenciales que podrían alterar el nivel de confianza de los inversores en el país, dependiendo de las tendencias de voto por candidatos más o menos amigables con los mercados.