Es la primera vez en la historia de España que se unen 90 colectivos de 23 provincias para frenar la despoblación, una movilización netamente ciudadana y sin banderas políticas. Piden atención del Gobierno

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31 de marzo de 2019, 9:58 AM
31 de marzo de 2019, 9:58 AM

Miles de habitantes de las zonas más despobladas de España se manifestaron este domingo en Madrid para trasladar su "hartazgo" de años de reivindicaciones a las instituciones públicas, que "siguen olvidando al interior" del país.

Es la primera vez en la historia de España que 90 colectivos de 23 provincias se unen para frenar la despoblación, un problema que afecta ya a más de la mitad de la geografía española.

La manifestación fue convocada inicialmente por las plataformas de las ciudades de Soria (norte) y Teruel (noreste), que encabezan los índices de abandono poblacional, bajo el lema 'La Revuelta de la España Vaciada', y arrancó con un minuto de silencio que concluyó con un estruendo de tambores para simbolizar el fin del silencio de estas áreas despobladas ante su situación.

Se trata de una movilización eminentemente ciudadana, sin banderas ni símbolos partidistas o sindicales a petición de los organizadores, por lo que los políticos que se sumaron tuvieron que hacerlo a título individual y sin ocupar la cabecera de la marcha.

La manifestación estuvo encabezada por dos pancartas: "La Revuelta de la España Vaciada" y "Ser pocos no resta derechos", y buscó evidenciar que la despoblación a nivel nacional es un problema urgente que necesita de inversiones, no caben ya más promesas incumplidas.

"Ya no vale la palabrería, queremos inversiones", dijo uno de los portavoces de la plataforma 'Soria Ya', Carlos Vallejo, quien recordó que Soria, Teruel y Cuenca (centro-este) son las únicas provincias completas que se encuentran en el umbral establecido por la UE como zona despoblada, por debajo de los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado.

No obstante, la despoblación afecta a muchos más territorios y, según datos del INE, hasta 14 provincias españolas están en fase crítica, con un altísimo porcentaje de pequeños municipios (con menos de 1.000 habitantes) en riesgo de extinción, en torno al 80 por ciento.