Patrick Strzoda comparecerá, como ya lo hizo la víspera el ministro de Interior y el jefe de la policía de París, para intentar explicar quién autorizó a Alexandre Benalla a asistir a las operaciones policiales

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24 de julio de 2018, 8:08 AM
24 de julio de 2018, 8:08 AM

El jefe de gabinete del presidente francés, Emmanuel Macron, comparecerá este martes ante la comisión de investigación parlamentaria que investiga la agresión a manifestantes de un jefe de seguridad de la presidencia, un caso que ha sumido al gobierno en su peor crisis política.

Patrick Strzoda comparecerá, como ya lo hizo la víspera el ministro de Interior y el jefe de la policía de París, hacia las 14H30 GMT para intentar explicar quién autorizó a Alexandre Benalla a asistir a las operaciones policiales durante las protestas del 1 de mayo y quién le proporcionó el caso y brazalete de policía con el que iba ataviado.

Deberá rendir cuentas también sobre la sanción tomada inicialmente contra este hombre de confianza de Macron - 15 días sin sueldo -, considerada demasiado leve según la oposición y sobre las razones por las cuales no se informó a la justicia sobre la agresión, tal como estipula la ley.

"Es una primera etapa", declaró el martes Eric Coquerel, diputado del partido de izquierda radical, Francia Insumisa, cuyo movimiento pide que comparezca también ante esta comisión el propio Macron.

Benalla, que fue filmado atacando a dos manifestantes para disipar una protesta en una plaza parisina, afirmó el lunes a través de sus abogados que quiso "echar una mano a la policía" frente a "dos individuos particularmente virulentos".

El asesor de seguridad de Macron fue despedido e imputado por violencia en reunión y usurpación de funciones la semana pasada, después de que el diario Le Monde divulgara el video filmado por testigos que destapó el escándalo.

Tres policías fueron también procesados por haber entregado a Benalla imágenes de cámaras de seguridad así como un empleado del partido presidencial La República en Marcha a quien se lo ve también en el video amateur agrediendo a manifestantes.

El Elíseo, en la mira 

El lunes, en la primera audiencia de la comisión, el ministro del Interior, Bernard Collomb, y el jefe de policía de París, Michel Delpuech, defendieron su labor y apuntaron la responsabilidad del palacio del Elíseo en la gestión del caso.

La oposición acusa al gobierno de haber querido encubrir a Benalla, descrito como un hombre de confianza de Macron y un pilar de su aparato de seguridad de la presidencia, al no informar a la justicia sobre el posible delito cometido.

"Estamos en una presidencia de las mentiras", denunció el socialista Olivier Faure, mientras que la líder ultraderechista Marine Le Pen acusó al Elíseo de haber organizado una "policía paralela" que actúa sin el paraguas del ministerio del Interior.

Alexandre Benalla (centro, derecha), del equipo de seguridad de Emmanuel Macron, forcejeaba con un manifestante. Foto: AFP

Han surgido también interrogaciones sobre los privilegios de los que gozaba este hombre de 26 años, quien según informaciones de prensa tenía credenciales para ingresar a la Asamblea Nacional, y a quien se le había asignado un apartamento frente al Sena reservado para el personal presidencial así como un vehículo con chófer.

Macron se hunde en los sondeos 

Después de Strzoda, el secretario general del Elíseo, Alexis Kohler, descrito como la mano derecha del presidente, será interrogado el jueves por los senadores.

Los diputados del partido conservador, Los Republicanos, anunciaron que presentarán una moción de censura al gobierno, aunque es poco probable que lo tumben gracias a la considerable mayoría de la que goza el partido presidencial, LREM, en la Asamblea.

Esta crisis política es la más grave a la que se enfrenta Emmanuel Macron desde su elección en 2017.

La popularidad del mandatario que había prometido una "presidencia ejemplar" se desplomó al 32%, su nivel más bajo desde septiembre de 2017, período de las manifestaciones contra su polémica reforma laboral, según un sondeo Ipsos publicado este martes.

A pesar de la creciente presión, el presidente no se ha pronunciado directamente sobre el escándalo y decidió anular una visita prevista para el miércoles a la ruta del Tour de Francia.

De acuerdo a un portavoz del gobierno Macron quiere asegurarse de que "no habrá impunidad para Benalla" y ha pedido que se lleve a cabo una "reorganización para evitar que se reproduzca una disfunción similar".