Humor y política, PPT sabe cómo conquistar a la audiencia
Jorge Lanata presentó dos reportajes, fumó ocho cigarros fuera del aire y cerró el show sin despedirse. Así es por dentro uno de los programas más vistos de Argentina
Lanata habla delante de cámaras como si lo hiciera en una noche de tragos con amigos. Sin escatimar insultos y con una contundencia que intimida, su programa dominical Periodismo Para Todos (PPT) lidera el prime time de la televisión argentina con picos de hasta 33 puntos de audiencia, dejando atrás, por ejemplo, a Susana Giménez o a Marcelo Tinelli, dos gigantes del entretenimiento.
Quizás la fórmula del éxito sea la apuesta por el humor: combinar política con ironía para abordar temas que de graciosos no tienen nada.
EL DEBER estuvo en PPT para ver cómo se cocina uno de los fenómenos televisivos de Argentina. En la hora previa al arranque, fijado a las 10 de la noche, un humorista aligera la espera entreteniendo a los más de 100 espectadores, y esa predisposición a reír será la línea que marque el principio y el final del show.
Cuando llega la hora, Lanata aparece en el plató con un look que arriesga en la combinación de colores: traje gris, camisa rayada entre rosado y blanco, corbata roja, chaleco azul y zapatos negros. Cigarro en mano, se ubica delante de una cortina roja que cubre el escenario mientras en la pantalla corre un sketch que se mofa con astucia de políticos argentinos.
Minutos después, la producción dicta los tiempos, un asistente le retira el cigarro de la mano y Lanata despunta con un monólogo en el que comenta las noticias de la semana y anuncia lo que habrá en las dos horas de PPT.
Hasta la medianoche, se intercalan reportajes, que pueden llegar a marcar la agenda del Gobierno, con comentarios de periodistas y cuatro panelistas.
El domingo pasado, la primera investigación trató sobre un problema que afecta recurrentemente a Argentina, pero que bien podría ser un relato acerca de Bolivia: presos que son liberados y luego vuelven a delinquir. Más tarde se expuso el caso de narcos extranjeros que lavan dinero en ese país.
Con dos cortes publicitarios en la última media hora, el tiempo apremia. La emisión tiene previsto terminar como arrancó: con carcajadas de la audiencia. Para ello, un actor interpretará al político Sergio Massa, pero solo queda un minuto y el periodista frustra el final, fiel a su estilo: “Si te hago contar el cuento, nos bajás el promedio. ¿Sabés qué? Pegate un tiro”. El público aplaude, Lanata vuelve apurado al camarín y PPT sale del aire hasta el próximo domingo sin un adiós.
Nada más que decir
Lanata tiene una cosa en mente: las vacaciones de fin de año. Cuando termina PPT, ya en la madrugada del lunes, se reúne con su equipo para discutir el próximo programa. Los demás días trabaja en contenidos para la televisión, en su columna de Clarín y presenta Lanata sin filtro, que se emite todas las mañanas en Radio Mitre.
En esa vorágine de medios, no caben las redes sociales. El periodista insiste en que si bien hay muchos Jorges Lanata en Facebook y Twitter, él no tiene cuentas en redes y nunca las tendrá. “Hablo cuatro horas diarias en la radio, ¿qué más voy a decir?”.
