Un nuevo mapa del suelo advierte del peligro, especialmente en el oeste, debido a la extracción de gas y el cambio climático

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22 de noviembre de 2018, 7:59 AM
22 de noviembre de 2018, 7:59 AM

Holanda se hunde más rápido de lo que se creía, especialmente en su lado oeste, según se deduce que un nuevo mapa del suelo presentado por el Centro Holandés de Geodesia y Geoinformática (NCG). Las causas son mucho más imponentes y desafiantes que una simple rotura: a la extracción de gas, ya conocida, se unen los inesperados efectos del cambio climático, publica el diario español El Mundo.

"Si la subsidencia (hundimiento vertical del suelo por el peso de los sedimentos) continúa al ritmo actual, esto puede significar el fin del característico paisaje holandés con prados, vacas y molinos de viento, o un daño enorme a los centros históricos de las ciudades", ha dicho a los medios del país Ramon Hanssen, de la Universidad Técnica de Delft y principal autor del estudio.

Es la primera vez que esta subsidencia del suelo se mide en los Países Bajos. Para ello, los investigadores han utilizado datos de radar satelital, GPS y mediciones de gravedad que se han procesado en un mapa interactivo que se puede consultar en internet.

Las fachadas y puertas de algunos edificios se desequilibran, hay grietas en las paredes y el problema llega a las alcantarillas. Las autoridades locales han decidido abordar la situación de forma estructural, ya que muchos inmuebles están construidos sobre pilones de madera, algo que ocurre en el resto de los barrios históricos de Holanda, señala El País.