Mientras naufraga el diálogo propuesto por la Iglesia, el Gobierno mantiene la represión

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20 de junio de 2018, 4:00 AM
20 de junio de 2018, 4:00 AM

Las fuerzas progubernamentales de Nicaragua lanzaron ayer una fuerte ofensiva para recuperar el control de la ciudad de Masaya, declarada por sus pobladores en rebeldía.

“Frente a este ataque desmedido y no comparable en fuerzas, los ciudadanos están haciendo resistencia física dentro de sus posibilidades porque tienen que resguardar sus vidas”, denunció el secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (Anpdh), Álvaro Leiva.
El ataque se produjo la mañana de ayer, horas después que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) suspendiera el diálogo hasta que el gobierno incluya a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la UE para investigar la violenta represión de las protestas, que deja 180 muertos en dos meses. 

“Se oyen sonidos fuertes de ráfagas en el Coyotepe, La Barranca y en la entrada principal de Masaya, que ya está bajo posesión” de las fuerzas progubernamentales, añadió Leiva.

En el operativo se reportaron al menos 32 heridos y “estamos enviando un S.O.S, que cesen su ataque y su terror” contra la población de Masaya, declaró Leiva al canal independiente 100% Noticias.

Las fuerzas progubernamentales, apoyadas por tractores y camiones de volquete de la Alcaldía de Managua, levantaban los bloqueos sobre la carretera a Masaya.

La ciudad de Masaya, 30 km al sureste de Managua y de 100.000 habitantes, se declaró el lunes en rebeldía para exigir que el presidente Daniel
Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, abandonen el poder.

Las protestas comenzaron contra una reforma a la ley de seguridad social -ya retirada por el gobierno- y se fueron extendiendo para pedir la salida de Ortega.