La justicia peruana decidió revertir el indulto que le había otorgado el año pasado el expresidente Pedro Pablo Kuczynski

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4 de octubre de 2018, 15:43 PM
4 de octubre de 2018, 15:43 PM

El exgobernante peruano Alberto Fujimori (1990-2000) afirmó este jueves que si regresa a prisión su corazón "no lo va a soportar" e invocó al presidente Martín Vizcarra y las autoridades del Poder Judicial que "no lo maten".

"Quiero pedirle al presidente de la República y a los miembros del Poder Judicial una sola cosa: por favor, no me maten, si regreso a prisión mi corazón no lo va a soportar, está demasiado débil para volver a pasar por lo mismo", afirmó Fujimori en un mensaje difundido por la emisora RPP Noticias.

El exmandatario, cuyo indulto fue anulado este miércoles por un juez de la Corte Suprema, permanece internado en una clínica de Lima, desde donde agregó: "no me condenen a muerte, ya no doy más".

Fujimori quedó bajo custodia policial este jueves en una clínica de Lima donde fue ingresado por una "descompensación" tras la anulación de su indulto en la víspera, informó el ministro del Interior Mauro Medina.

"Ya está en condición de detenido", dijo el ministro a la radio RPP sobre la situación legal de Fujimori, de 80 años.

Fujimori había sido indultado en diciembre pasado por el expresidente Pedro Pablo Kuczynski y liberado de prisión, donde cumplía una sentencia de 25 años por crímenes contra la humanidad y corrupción.    

"Sólo se espera su alta de la clínica para ser conducido al establecimiento que disponga el Instituto Nacional Penitenciario", agregó.

Agentes de la policía judicial ingresaron este jueves a la Clínica Centenario Peruano Japonesa para comunicar la orden dictada el miércoles por un juez de la Corte Suprema, cuando Fujimori (1990-2000) llevaba 10 meses en libertad.

"Ya está con una medida coercitiva en la clínica", indicó el ministro Medina, tras subrayar que la policía esperará la recuperación del expresidente para llevarlo a prisión.

Una vez de alta, Fujimori podría ser llevado de vuelta al cuartel policial de Barbadillo, al este de Lima, donde estuvo recluido desde que fue extraditado desde Chile en 2007.