El Gobierno de Mauricio Macri negocia con el FMI. Evo Morales dice que la actual crisis es producto de las políticas neoliberales

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6 de septiembre de 2018, 7:00 AM
6 de septiembre de 2018, 7:00 AM

La decisión de un fiscal de imputar al presidente argentino, Mauricio Macri, y parte de su Gobierno por “abuso de autoridad”, al haber firmado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sin consultar al Congreso, elevó el desconcierto social con la situación económica y el futuro del país.

Según dijo a Efe el propio procurador, Jorge di Lello, su decisión de impulsar la investigación se debe a la sospecha de que la negociación del Ejecutivo con el FMI -para obtener el crédito de 50.000 millones de dólares concedido en junio- se hizo “de manera irregular” por no tener autorización del Poder Legislativo.

El peso argentino hizo una pausa en su caída y se apreció ayer un 1,3%, a 39,28 por dólar, mientras el Gobierno del presidente Mauricio Macri negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) acelerar el desembolso de recursos previstos en préstamo aprobado en junio.

El ministro de Economía, Nicolás Dujovne, se encuentra en Washington para negociar con el FMI para acelerar el desembolso de recursos ya aprobados para estabilizar su economía.

“Hay 50.650 millones de dólares con que ellos han contribuido cuando cerramos el paquete en junio. Nosotros pensamos que es lo necesario y no estamos conversando con ellos acerca de fondos adicionales”, dijo tras reunirse con las autoridades del FMI, antes de volver a Buenos Aires.

Bolivia analiza medidas

Las autoridades bolivianas del área económica analizan los posibles efectos en el país de la crisis de Argentina y cómo afrontarlos, anunció ayer el presidente de Bolivia, Evo Morales.

Morales explicó que ha pedido al “equipo económico y productivo” de su Gobierno que trabaje estos días para analizar la situación en el país vecino y “debatir la próxima semana en qué nos afecta, cómo nos afecta y cómo podemos resolver este tema”.

El mandatario señaló que también el vicepresidente del país, Álvaro García Linera, “está investigando qué está pasando en Argentina, cómo podemos enfrentar” y qué efectos tendrá en Bolivia.