Héctor Sibilla y Pedro Müller participaron en operaciones represivas contra dirigentes sindicales. Otras automotrices también fueron cómplices de la dictadura

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12 de diciembre de 2018, 4:00 AM
12 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Dos exdirectivos de Ford en Argentina fueron condenados ayer a 12 y 10 años de prisión por ser partícipes necesarios en la privación ilegal de la libertad y en tormentos a obreros que actuaban de delegados sindicales de la empresa, durante la dictadura en este país (1976-1983).

Se trata del primer juicio en Argentina contra exdirectivos de una multinacional por delitos vinculados con la dictadura, calificados como de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptibles.

“Es una reivindicación del movimiento obrero argentino que fue un objetivo principal de la dictadura con complicidad de las empresas. Este juicio viene a comprobar que eso fue lo que ocurrió”, declaró a la AFP Tomás Ojea, abogado de las víctimas que había pedido condenas de 25 años, tras escuchar el fallo.

Agregó que “el próximo paso va a ser contra la empresa misma. Vamos a evaluar los pasos para que la empresa rinda cuentas, tiene que dar explicaciones”, advirtió.

Al cabo de un año de proceso oral, el Tribunal en lo Criminal de San Martín condenó a 12 años de cárcel al exjefe de seguridad de Ford Héctor Sibilla y a 10 años a Pedro Müller, exgerente de manufactura de la automotriz.

Este juicio penal se limita a determinar la responsabilidad de los acusados y no involucra a la empresa.

Fundamentos de la sentencia

El tribunal fijó para el próximo 15 de marzo la audiencia en la que se darán los fundamentos de la sentencia. Aunque no se ha publicado, los abogados piensan que la pena a Sibilla fue más elevada porque se demostró que presenció una sesión de torturas.

Sibilla, de 91 años de edad, y Muller, de 86, estuvieron presentes en la audiencia. Tras la lectura del fallo, salieron inmediatamente del tribunal, acompañados por sus abogados, sin hacer declaraciones.

Algunas personas les gritaron en la calle cuando se dirigían caminando a tomar sus autos.

Por ahora tienen régimen de presentación mensual ante la justicia y prohibición de salida del país, pero deberán cumplir la condena en la cárcel una vez que quede firme, aclaró el fallo, que fue recibido con aplausos y llantos por parte de sobrevivientes y familiares, que se fundieron en abrazos.

“Llegamos. Si no hubiese sido por la voluntad y el apoyo de la gente, no habríamos llegado. Pero el tema de los derechos humanos está bien implantado (en Argentina), ya no se discute”, declaró a la AFP Pedro Troaini, una de las víctimas.

“Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”, cantaron los asistentes como una explosión tras escuchar el veredicto presenciado por casi un centenar de personas, mientras otras tantas se agolpaban en una sala contigua para seguir la sentencia a través de un televisor.

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