La yuca y el arroz son la base del sustento de las familias de Venezuela, lo cual merma la salud de sus habitantes. El informe fue presentado por distintos organismos de investigación

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22 de febrero de 2018, 16:22 PM
22 de febrero de 2018, 16:22 PM

Preocupante. La crisis alimentaria castiga a la población venezolana, según datos arrojados por investigadores regionales, los cuales exponen que el más del 64% admite que perdió hasta 11 kilos de peso en el último año.

Además de reducir sus tallas se acuestan con hambre. Y es que la base de la alimentación, yuca y arroz, no es suficiente, según cita el diario EL PAÍS de España.

La harina de maíz, ingrediente básico de delicias simples como las arepas, símbolo culinario del país, ya no es de los alimentos más requeridos por la gente.

Este estudio denominado Encuesta de Condiciones de Vida del venezolano, realizada desde 2014 por académicos de las universidades Central de Venezuela, Católica Andrés Bello y Simón Bolívar, de las más importantes del país, exponen el drama que deja entrever que los venezolanos desarrollan estrategias para sobrevivir y no para alimentarse.

Una de las miembros del equipo de investigadores, manifiesta que, así como la caída del consumo de harina de maíz (alimento que por las leyes venezolanas está enriquecido con hierro y vitaminas), el precio de las frutas y hortalizas no es alcanzable.

En la encuesta de 2017 se ha incluido por segunda vez la pregunta acerca de la pérdida de peso que reportan los ciudadanos. En 2016, la mayoría dijo haber perdido 8 kilogramos, tres menos que el año anterior, lo que indica que la malnutrición de los venezolanos se incrementó.

En contraste, un 7,2% de los encuestados reportó haber ganado unos 7,6 kilogramos de peso; un dato, ataja Herrera, que tampoco revela bienestar.

“Una dieta basada en tubérculos y harinas únicamente puede hacer engordar a algunos, pero no los saca de la epidemia de malnutrición que vivimos, ahí también hay un hambre oculta”.

Los resultados presentados por los académicos cuantifican el drama del hambre en Venezuela y del acelerado crecimiento de la pobreza, que en la encuesta alcanza a un 87% de la población.

El régimen de Nicolás Maduro no divulga información estadística desde hace cinco años. Los datos fueron recogidos entre julio y septiembre del año pasado, por lo que los investigadores no recogen la situación dada hasta febrero de 2018, donde se detectó mayor inflación.

El estudio, basado en una muestra nacional de 6.168 hogares, también reveló que 8.130.000 venezolanos comen dos o menos veces al día. El desayuno es la comida que más se sacrifica en hogares donde y el 61,2% de los encuestados asegura que se acuesta a dormir con hambre.

 

 

Ahora toda la política social está centrada en los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) y en los bonos en dinero que se entregan a través del llamado carné de la patria.

De los 13,4 millones de personas que se benefician de alguno de los programas sociales del Gobierno, 12,6 millones reciben alimentos. 

Lejos de mejorar la situación alimentaria, la distribución de suministros del Estado exacerba las desigualdades, apuntan los investigadores. La frecuencia de recepción de las bolsas o cajas con comida es discrecional e intermitente.