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Eliminan 230 barricadas en favelas de Río de Janeiro

Las Fuerzas Armadas de Brasil utilizaron "maquinaria pesada" para apartar esos obstáculos montados por presuntos narcotraficantes

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5 de marzo de 2018, 22:51 PM
5 de marzo de 2018, 22:51 PM

El Ejército brasileño eliminó unas 230 barricadas montadas por supuestos narcotraficantes en varias favelas de Río de Janeiro desde el inicio, a mediados de febrero pasado, de la intervención federal decretada en el área de seguridad de ese estado, informaron hoy medios locales.

Gran parte de los esfuerzos para retirar esos obstáculos se concentraron estos últimos días en la comunidad conocida como Vila Kennedy, en la zona oeste de la ciudad y donde las Fuerzas Armadas utilizaron "maquinaria pesada" para liberar algunas de las vías de esa comunidad, según señaló "TV Globo".

El objetivo es permitir que los distintos cuerpos policiales puedan circular sin problemas por esas zonas y evitar que los supuestos bandidos vuelvan a implementar las barricadas, si bien algunas de esas barreras volvieron a ser montadas este lunes, según registró el citado medio.

La seguridad del estado de Río de Janeiro, que enfrenta una grave ola de violencia, está en manos del Ejército brasileño desde que el presidente del país, Michel Temer, así lo determinó en un decreto firmado el pasado 16 de febrero y ratificado por las dos cámaras legislativas pocos días después.

La crisis de violencia que sacude Río dejó el año pasado 6.731 homicidios, entre ellos más de 100 policías y una decena de menores por "balas perdidas".

Solo en el pasado mes de enero, el estado de Río, cuya mayor parte de la población se concentra en la región metropolitana de su capital homónima, registró una media de 21 muertes violentas diarias.

La previsión es que las Fuerzas Armadas ostenten el control de la seguridad en Río hasta finales de este año, aunque Temer ya aseguró que podría levantar la medida antes de ese plazo, si la situación en la región se normaliza.

La intervención federal fue ampliamente criticada por movimientos sociales y sectores opositores, que aprecian que la decisión estuvo motivada por factores políticos y electorales, una tesis negada con rotundidad por el propio jefe de Estado.