La alta velocidad del convoy al tomar la curva que precedía al puente ferroviario sobre la autopista I-5 parece la principal causa que provocó que varios vagones se salieran de las vías y acabaran destrozados sobre la carretera

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19 de diciembre de 2017, 17:56 PM
19 de diciembre de 2017, 17:56 PM

El tren que se descarriló el lunes por la mañana en el estado de Washington (noroeste) y que causó al menos tres muertos y decenas de heridos circulaba a más del doble de la velocidad permitida cuando se salió de las vías y se precipitó sobre una autopista, informaron las autoridades.

Los investigadores continúan tratando de determinar por qué se produjo el accidente en el tren 501 que recorría por primera vez una nueva ruta ferroviaria de alta velocidad entre Seattle y Portland.

A última hora del lunes, la portavoz de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), T. Bella Dinh-Zarr, aseguró que el tren siniestrado, por causas que todavía no se conocen, circulaba a 80 millas por hora (128,7 kilómetros por hora) en un tramo del trayecto en el que debía ir a 30 millas por hora (48,3 kilómetros por hora).

La alta velocidad del convoy al tomar la curva que precedía al puente ferroviario sobre la autopista I-5 parece la principal causa que provocó que varios vagones se salieran de las vías y acabaran destrozados sobre la carretera, que en esos momentos se encontraba en hora punta.

El suceso tuvo lugar en los alrededores de la localidad de Dupont, situada a 80 kilómetros al sur de Seattle.

Un total de 77 personas, entre las que podía haber tanto pasajeros del tren como conductores que circulaban en ese momento por la autopista, resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales del área, informó el lunes el diario Seattle Times.

La locomotora del tren siniestrado llevaba la firma de la compañía alemana Siemens, mientras que los vagones habían sido fabricados por la empresa española Talgo.

El tren era el primero en recorrer una nueva ruta de alta velocidad que tiene como objetivo acortar los tiempos de viaje entre Seattle y Portland y que forma parte de un programa para mejorar las comunicaciones en la región que, en su conjunto, costó 800 millones de dólares, de acuerdo con los datos ofrecidos por el Departamento de Transporte del estado de Washington.

El gobernador de Washington, Jay Inslee, declaró el lunes el estado de emergencia por el accidente.