El proyecto Moon Village de la ESA quiere establecer una población estable en la Luna en la que humanos y robots trabajen juntos

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9 de abril de 2018, 8:05 AM
9 de abril de 2018, 8:05 AM

El próximo año se cumplirá medio siglo de la llegada del Apolo XI a la Luna. La efemérides, además de servir como excusa para recordar el histórico paseo de Neil Armstrong y Buzz Aldrin en las cercanías del Mar de la Tranquilidad aquel 21 de julio de 1963, activará sin duda todo tipo de especulaciones acerca de las futuras posibles visitas a nuestro satélite. Bernard Foing, director del Grupo Internacional de Exploración Lunar en la Agencia Espacial Europea, no tiene dudas respecto a que “en e futuro la Humanidad tendrá una presencia permanente en la Luna. Será entonces cuando adquiramos la consciencia de ser una civilización biplanetaria”.

El proyecto Moon Village de la ESA quiere establecer una población estable en la Luna en la que humanos y robots trabajen juntos de forma colaborativa en la exploración espacial, pero también en la minería o la investigación científica. La idea no es nueva; en una nota de prensa publicada en 2016, Jan Woerner, director general de la ESA, ya se mostraba entusiasmado con las posibilidades que ofrece el proyecto: “Desde una perspectiva científica, la Luna es verdaderamente fascinante. En primer lugar como un archivo de la historia temprana de la Tierra, pero también porque podríamos emplazar un telescopio en el lado más lejano del satélite y mirar en el universo profundo sin ninguna interferencia de señales humanas. Para futuras misiones espaciales, en la Luna se podrían desarrollar y probar métodos basados en nuevas tecnologías, como la fabricación de nuevos materiales, que potencialmente podrían hacer uso de los recursos disponibles allá arriba”.

La fecha tentativa para que se produzca este salto en la conquista espacial que ofrece Bernard Foing es el año 2030, una posibilidad tan cercana en el tiempo que despierta el vértigo de los menos optimistas. Sin embargo, Foing va más allá al considerar que Moon Village permitirá no solo trabajar en la Luna, sino también el nacimiento del primer humano fuera de nuestro planeta hacia el 2040. Sería entonces cuando nuestra especie, siempre lanzada hacia el futuro desde que hace miles de años decidiera mirar a los ojos del fuego en lugar de huIr de las llamas, diera quizá un paso gigantesco en su expasión planetaria. Foing se alínea aquí con los más entusiastas y augura el nacimiento de una nueva economía, una nueva tecnología y una nueva sociedad… pero también de una nueva forma de pensarnos a nosotros mismos: “Algunos dicen que establecer una colonia en la Luna podría hacer que surgiera un renacimiento humanístico fuera del planeta Tierra”. Un renacimiento humanista necesario para nuestra continuación como especie y que, hace ya 50 años, Neil Armstrong anticipó cuando, en mitad de la Guerra Fría, conversando por teléfono con el presidente Richard Nixon desde la Luna dijo: “Representamos a todos los hombres de paz de la Tierra. Esto es una visión de futuro”.