El papa Francisco condenó la corrupción y los feminicidios que se expanden en la región

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26 de enero de 2019, 4:00 AM
26 de enero de 2019, 4:00 AM

El papa Francisco lanzó desde Panamá un duro reproche a los “muros invisibles” que dividen a la sociedad entre “buenos y malos”, durante una visita a un centro de reclusión de menores ayer.

Su mensaje resuena justo cuando caravanas de centroamericanos castigados por la violencia y la falta de oportunidades desafían el empeño del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de levantar un muro en la frontera con México para frenar la inmigración.

Conmovido, el pontífice escuchó el testimonio de Luis, quien le compartió su sueño de ser un chef internacional una vez termine de pagar su pena por un delito no especificado. “No hay palabras para describir la libertad que siento en este momento”, le dijo el muchacho, detenido desde 2016.

Francisco, quien llegó el miércoles a Panamá para la Jornada Mundial de la Juventud, cuestionó en su mensaje los “rótulos y estigmas” y la “cultura del adjetivo” que descalifica de una “vez para siempre”.

“Rótulos que, en definitiva, lo único que logran es dividir: acá están los buenos y allá están los malos”, sostuvo.

Esa actitud -enfatizó el papa- “contamina todo porque levanta un muro invisible que hace creer que marginando, separando o aislando se resuelven mágicamente todos los problemas”.

El papa hizo su parada más caritativa dentro de una visita con alto contenido crítico. Ante las autoridades y personalidades del país, el papa condenó la “plaga de los feminicidios” y la acción de “bandas armadas y criminales”, así como el “tráfico de droga” y la “explotación sexual de menores y de no tan menores”, que agravan el éxodo de jóvenes. También pidió mayor compromiso contra la corrupción política, en un contexto de escándalos regionales como el protagonizado por la multinacional brasileña Odebrecht.

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