Crece la presión de los familiares de las víctimas que demandan que los responsables sean procesados ante la justicia estatal

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22 de septiembre de 2018, 4:00 AM
22 de septiembre de 2018, 4:00 AM

El papa Francisco sigue con la limpieza de la Iglesia chilena, azotada por las denuncias de abusos sexuales a menores y cesó ayer a otros dos obispos, para un total de siete, quienes negaron estar involucrados en esos hechos.

En un comunicado oficial, el Vaticano informó que el papa aceptó la renuncia de los religiosos Carlos Eduardo Pellegrín Barrera, obispo de Chillán desde 2006, así como de Cristián Enrique Contreras Molina, obispo de San Felipe, acusados de cometer abusos sexuales a menores.

Tras conocer la decisión, Pellegrín pidió perdón por “no haber estado a la altura que requiere mi responsabilidad como pastor”, y negó las acusaciones en su contra, en una conferencia de prensa.

“Me reservo el derecho de tomar las acciones legales necesarias contra muchos que me han injuriado”, declaró Pellegrín.

La iglesia católica chilena está en el ojo de la tormenta por los escándalos de pedofilia y el papa argentino decidió sanear la institución tras recibir informes detallados luego de su visita en enero a ese país donde los familiares de las víctimas reclamaron acciones concretas. Desde agosto pasado la justicia chilena había informado a las autoridades eclesiásticas de la apertura de una investigación contra el obispo de Chillán, de 60 años, tras una serie de acusaciones anónimas de abusos sexuales.

El obispo de San Felipe, en la región donde se han registrado el mayor número de denuncias, también está siendo investigado por la justicia local por abusos sexuales cometidos hace unos diez años y encubrimiento.

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