Varios exmandatarios y ministros se encuentran implicados en el esquema de corrupción de la constructora brasileña

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18 de abril de 2019, 4:00 AM
18 de abril de 2019, 4:00 AM

Tras cinco años desde que la Operación Lava Jato detonó un esquema de corrupción en Brasil, las esquirlas siguen esparciendo el escándalo en América Latina, donde no solo ha destronado a altas figuras de la política y los negocios, sino que se ha cobrado al menos una muerte, mientras otras siguen bajo investigación.

La región hizo propio el caso desde que la constructora Odebrecht, protagonista de la megacausa brasileña, admitió en 2016 haber pagado sobornos por $us 788 millones en una decena de países latinoamericanos y dos africanos.

El gigante de Brasil operaba en 26 países como proveedor de energía y agua, constructor de carreteras, aeropuertos y estadios y fabricante de submarinos. Pero fue la exportación de su modelo de corrupción lo que la popularizó.

El reparto, que dejó la mayor suma en el país de origen y tuvo como principales destinos a Perú, Venezuela, República Dominicana y Panamá, ha tenido repercusiones desiguales en las distintas naciones.

En Colombia y Ecuador

Aparte de Perú, el caso también ha sumado páginas oscuras por otros lares. En Colombia, que recibió $us 11 millones en sobornos según Odebrecht, y 32,5 millones de acuerdo con la fiscalía local, el escándalo tomó un giro dramático.

En noviembre, Jorge Pizano, testigo clave y auditor del consorcio que formó la firma brasileña junto con una firma local para construir una autopista, murió por ingerir cianuro. Tres días más tarde, su hijo también falleció envenenado por beber la misma botella. Ambas muertes están bajo investigación. 

Otro testigo clave, el ex secretario de Transparencia de Colombia, Rafael Merchán, se suicidó en diciembre con cianuro.

Ecuador es otro de los países en los que el caso ha escalado a altos niveles de jerarquía. El exvicepresidente Jorge Glas, fue sentenciado a mediados de diciembre de 2017 a seis años de prisión por cobrar $us 13,5 millones en sobornos de Odebrecht, que habría pagado un total de 40 millones. 

En los países de la región, las ramificaciones de Odebrecht siguen impulsando procesos judiciales a políticos encumbrados y hombres de negocios. 

Según la justicia brasileña, la causa madre, el Lava Jato, suma hasta marzo 1.196 órdenes de detención, 548 pedidos de cooperación internacional, y 242 condenas contra 155 personas.