La AIReF asegura que el impacto económico regional si ha estado en línea con los malos augurios

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29 de marzo de 2018, 7:31 AM
29 de marzo de 2018, 7:31 AM

Los peores augurios económicos que se lanzaron en octubre sobre los efectos derivados de conflicto político en Cataluña no se han cumplido. Al contrario, la mayoría de quienes los hicieron han reconocido ahora que se pasaron de frenada.

El Banco de España, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal e incluso el propio Gobierno reconocen ahora que el impacto de la tensión política no ha sido tan doloroso para el crecimiento económico. Los tres han revisado al alza sus previsiones de crecimiento para la economía española para 2018, hasta el 2,7%. La AIReF incluso considera que podría llegar al 3%.

Pero que no haya sido tan doloroso no significa que haya sido indoloro. Al menos no lo considera así la AIReF que ayer publicó un análisis de monitorización de la economía catalana que ha realizado desde octubre pasado y que constata que aunque a nivel nacional el procés no ha frenado la economía si hay efectos en el análisis regional, que permiten asegurar al organismo presido por José Luís Escrivá que la economía catalana ha perdido el liderazgo del crecimiento en el conjunto de España

“Descendiendo al nivel regional, el shock sobre la actividad económica catalana sí parece haber tenido un impacto negativo en línea con lo esperado. Esto ha empeorado su comportamiento relativo frente al resto de las regiones españolas”, recoge el último informe publicado por la AIReF.

En octubre de 2017, la previsión de crecimiento para Cataluña era superior en 0,36 puntos porcentuales a la del resto de España, ahora se sitúa en 0,18 puntos porcentuales por debajo, según se deriva del modelo Metcap, con el que la AIReF ha estado monitorizando la actividad en Catalunya desde el pasado mes de octubre. Tan solo otras dos comunidades autónomas han empeorado su previsión de crecimiento la Comunidad Valenciana y Murcia.

“La existencia de efectos desbordamiento positivos proporcionaría una posible justificación de la divergencia entre el comportamiento de Cataluña y el del resto de España” explica el informe de la AIReF. El organismo viene a decir que en lugar de que los efectos derivados de una menor actividad en Catalunya hayan impactado negativamente en España, como inicialmente se esperaba, “podrían haber coexistido con cierta sustitución de actividad que haya ejercido un efecto dinamizador en el resto de las regiones”.

El análisis no dista demasiado del que hizo hace unos días el presidente de la CEOE, Juan Rosell cuando advertía que el efecto económico del procés se verá a largo plazo cuando se constate que las decisiones de inversión se están trasladando fuera de Cataluña, aunque el presidente de la CEOE se refería al desvío de inversiones a otros países, no es de descartar también a otras regiones españolas.

En cualquier caso, y como advierte también el informe de la AIReF la situación está muy lejos de estar definida y los efectos en la evolución económica están muy condicionados a lo que pueda ocurrir.

De momento, la agencia de calificación crediticia Standard & Poors anunció ayer una subida del rating de Barcelona hasta “A-”, en línea con la que aplicó al estado español el pasado 23 de marzo y califica el marco institucional de la ciudad “evolucionando pero balanceado”, la economía fuerte y asegura que la situación crediticia de la ciudad no se ha deteriorado.