Trump cancela la cita con Vladimir Putin por la crisis en Ucrania. Expectativa por el encuentro entre el mandatario de EEUU y el presidente de China, Xi Jinping. Guerra comercial, clima y migrantes, en la agenda

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30 de noviembre de 2018, 4:00 AM
30 de noviembre de 2018, 4:00 AM

El G-20 de la geopolítica, la guerra comercial y las diferencias ambientales se abre hoy en Buenos Aires en medio de fuertes tensiones entre las potencias mundiales. Para comenzar, Donald Trump canceló una reunión prevista con su homólogo ruso, Vladimir Putin, por el conflicto militar desatado entre Moscú y Ucrania.

El presidente Mauricio Macri, cuyo país ostenta la presidencia del G-20, le apuesta a esta cumbre para revitalizar la imagen internacional de Argentina.

La economía argentina no despega, los problemas de empleo no se solucionan, la pobreza y la inseguridad azotan la imagen del gobierno, una situación agravada en los últimos días por el bochorno de la suspensión de la final de la Copa Libertadores en Argentina por hechos de violencia.

Así, luego de la firma de un acuerdo por 56.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para intentar estabilizar el mercado de cambios, Macri busca que esta cumbre anime la confianza de los inversores y que el ansiado capital comience a llegar a la alicaída economía argentina, a un año de las elecciones presidenciales.

Para hoy se esperan varias movilizaciones de protesta contra la cumbre del G-20.

Conflicto por Ucrania

En un tuit, Trump dijo que la reunión con Putin no tendrá lugar hasta que no se solucione el enfrentamiento entre Moscú y Kiev por la toma rusa de tres buques militares ucranianos el domingo pasado.

“Basándome en el hecho de que los barcos y los marineros no han sido devueltos a Ucrania por Rusia, he decidido que sería mejor para todas las partes involucradas cancelar mi reunión previamente programada en Argentina con el presidente Vladimir Putin”, escribió Trump en Twitter.

“¡Espero una cumbre significativa (con Putin) de nuevo tan pronto como esta situación se resuelva!”, agregó.

El mandatario hizo el anuncio minutos después de despegar en helicóptero desde la Casa Blanca para abordar el Air Force One con destino a Buenos Aires, donde este viernes y sábado se reunirán los principales líderes mundiales.

Pero justo antes de subirse al aparato posado en el jardín de la residencia, Trump había dicho que la cumbre del G-20 sería un “muy buen momento” para reunirse con Putin.

“Probablemente me reuniré con el presidente Putin. No hemos cancelado esa reunión. Estaba pensando en eso, pero no lo hemos hecho. Creo que es un muy buen momento para tener la reunión”, dijo Trump a periodistas.

Más temprano, en declaraciones a la prensa desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, había confirmado el encuentro entre ambos mandatarios.

Agenda comercial

Donald Trump desembarca en Argentina como el gran protagonista de la cumbre de líderes del G-20, marcada por el impacto de su guerra arancelaria en la economía mundial.

La reunión entre Trump y su par chino Xi Xinping domina la atención del evento y que celebra los 10 años de existencia de este foro que reúne a economías desarrolladas y emergentes desde 2008.

El tiempo corre para que Estados Unidos incremente nuevamente sus aranceles a las importaciones desde China el 1 de enero y profundice así la denominada “guerra comercial” que golpea a la economía mundial.

Los expertos no esperan que el encuentro Trump-Xi acabe con las tensiones entre las dos mayores economías del planeta. Pero estiman que sería una buena señal de cara al futuro.

Conflicto por el clima

En otro plano, Trump deberá medir fuerzas con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien pretende incluir en los primeros puntos de la agenda del G20 el calentamiento global, antes de la conferencia climática COP24 del 2 de diciembre en Polonia.

El republicano, un feroz detractor del concepto de cambio climático, retiró a su país de los acuerdos ambientales de París en junio de 2017, poco después de llegar a la Casa Blanca.

Desembarco británico

En medio de estas tensiones geopolíticas, la cumbre tendrá espacio para un momento histórico.

La primera ministra británica, Theresa May, llegará a Argentina como la primera líder británica en pisar el suelo de la nación sudamericana desde la guerra de las Malvinas en 1982.

Su visita será un punto simbólico alto para una cumbre signada por las diferencias entre los principales actores del G-20.

Percances

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llegó a Argentina para participar de la cumbre del G20 junto a su esposa, pero al salir del avión en el aeropuerto de Ezeiza no había nadie para recibirlos.

Tras pasar la puerta de la aeronave, Macron y su esposa Brigitte se encontraron solamente con dos empleados del aeropuerto. La pareja presidencial siguió caminando y cuando estaban por subir al auto que los llevaría al hotel, apareció la vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, que se justificó diciendo que hubo una descoordinación.

Por otro lado la canciller alemana Angela Merkel estará ausente en la apertura de la cumbre, después de que su avión realizara un aterrizaje de emergencia en Colonia, anunció una portavoz de la Cancillería.

“No continuaremos hoy”, indicó la portavoz, después de que el Airbus que despegó de Berlín, tuviera que dar media vuelta cuando sobrevolaba Holanda debido a un problema técnico.

ORGANIZACIONES SOCIALES Y ACTIVISTAS POLÍTICOS SE MOVILIZAN CONTRA LA ‘CUMBRE DE LOS PODEROSOS’
Organizaciones sociales y activistas políticos se movilizan contra la reunión de presidentes del G-20 en Buenos Aires, con una jornada de debates en una “Cumbre de los Pueblos” frente al Congreso argentino y una marcha prevista para hoy.

“El G-20 es donde se reúnen los poderosos del mundo para planear la profundización del capitalismo patriarcal, para buscar nuevas formas de dominación, cómo continuar con el reparto”, dijo Juliana Díaz mientras lucha contra el viento que se embolsa en la carpa del Frente Popular Darío Santillán.

Más de un millar de personas participan este jueves de la llamada Cumbre de los Pueblos, con debates sobre la salud en los barrios marginales, soberanía alimentaria y feminismo, entre otros temas.

“Acá queremos contar la historia de los sectores de abajo. Nuestro centro está puesto en la vida de las personas, construyendo en los barrios organizaciones cooperativas. El mundo que los del G-20 proponen no tiene futuro”, insiste Juliana Díaz.

Desde otra carpa se escuchan aplausos, testimonios de luchadores, de médicos, de representantes de pueblos originarios.

“En el barrio la cosa estaba mal, pero empeoró mucho en los últimos tres años (cuando asumió el presidente Mauricio Macri)”, dice Ariel Villegas, un peluquero de 47 años desempleado integrante de la agrupación Barrios de Pie, que aprendió primeros auxilios para asistir a niños de las barriadas en la periferia noroeste de Buenos Aires.

 

 

El retorno de la geopolítica y los nacionalismos

 

Luis Tonelli / Analista político - Buenos Aires

 

 

Para aquellos que dicen que las reuniones del G-20 no tienen ningún efecto real sobre la gente común, que nos la vengan a contar a los que en estos días no nos podremos fugar de la ciudad y viviremos en la zona sujeta a restricciones de seguridad.

Pero los inconvenientes no son nada en comparación con lo que hoy Mauricio Macri le debe al mundo, especialmente a los países que aportan jugosamente al FMI, ese organismo “chacal” que, sin embargo hoy, sostiene a la Argentina de que no se desplome.

Para ponerlo en perspectiva, el Gobierno de De la Rúa cayó cuando el FMI le negó un crédito de poco mas de 1.000 millones de dólares y entró en cesación de pagos (recuerden que en esa época, los sueldos se pagaban en dólares (pesos convertibles 1 a 1).

La fuga de capitales, entreviendo una devalueta catastrófica, motivó el corralito y de allí al helicóptero.

Hoy el FMI le presta al presidente Macri, y a sola firma, 57 mil millones de dólares, más de la mitad de lo que tiene el organismo para prestar, y ante la posibilidad de un default italiano (la Comunidad Europea no le aprobó un presupuesto con déficit del 2%) o uno turco (que le preocupa mucho a doña Angela.

Por eso Alemania fue muy reticente en apoyar el préstamo para la Argentina, porque teme en una crisis, que la inmigración turca se multiplique).

Pero el amigo Trump usó su influencia y Argentina recibió el dinero.

De este modo el rol de la Argentina en el G-20 va a ser diferente, y el mismo G-20 va a ser muy diferente de los anteriores. En realidad, hubo tres tipos de G-20: cuando se lo creo, era un organismo de homogeinización de leyes y reglas para hacer que la globalización fluyera sin problemas, integrado por los presidentes de los Bancos Centrales de sus países miembros. Luego, cuando estalló la crisis del 2008, el G-20 fue el encargado de intentar coordinar los esfuerzos por moderar el vendaval global.

Por último, está este G-20 que es muy diferente de los anteriores, que es un G-20 que marca el retorno de la geopolítica, y más que la expansión de la globalización, es utilizado como tribuna para que cada potencia exprese sus intereses nacionales.

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