Un diputado y pastor evangélico encabeza las encuestas, aunque su apoyo llega apenas al 17%. El debate por el matrimonio homosexual marcó la agenda electoral

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4 de febrero de 2018, 8:57 AM
4 de febrero de 2018, 8:57 AM

Los costarricenses acuden indecisos a las urnas a escoger este domingo al presidente que los gobernará los próximos cuatro años, en unos comicios marcados por un impacto religioso provocado por un debate sobre el matrimonio homosexual.

Encuestas de opinión muestran niveles de indefinición nunca antes vistos en la recta final de una elección en Costa Rica, en la que el candidato con más apoyo no pasa del 17% de intenciones de voto, mientras que más del doble de ese número se declara indeciso.

Las urnas abrieron a las 08:00 hora local y reciben a los 3,3 millones de votantes habilitados, y se mantendrán abiertas durante 12 horas.

Una encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) divulgada el 31 de enero señaló que 36,5% de los electores no saben por cuál de los 13 candidatos votar, más del doble del 17% de apoyo para el líder de la consulta, Fabricio Alvarado, un diputado y predicador evangélico de 43 años postulado a la presidencia por el partido Restauración Nacional.

Le siguen el exdiputado y abogado Antonio Alvarez, de 59 años, del tradicional Partido Liberación Nacional (PLN) con 12,4% y el exministro y periodista Carlos Alvarado (38), del gobernante Partido Acción Ciudadana (PAC) con 10,6%.

Si ninguno alcanza al menos 40% de los votos, habrá una segunda ronda electoral el 1 de abril.

Costa Rica también votará este domingo por los 57 diputados de la Asamblea Legislativa.

Casi 32.000 costarricenses están inscritos para votar en 52 consulados en el exterior.

Fabricio Alvarado se disparó en las encuestas después de aparecer con 3% en diciembre por su postura contraria al matrimonio homosexual, tras una opinión emitida el 9 de enero por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) a favor de ese tipo de uniones.

Según el CIEP, la opinión de la corte "provocó un shock religioso en el país, lo cual repercutió en la intención de voto del electorado costarricense".

El politólogo Felipe Alpízar, director del CIEP, explicó a la AFP que el apoyo al diputado evangélico se explica por la tendencia conservadora de la sociedad costarricense, que en proporción de dos a uno se posiciona contra temas como el matrimonio homosexual, el uso recreativo de la marihuana y el estado laico.