El encuentro confirma la alianza estratégica de Pionyang con Pekín. Es la antesala de una eventual cita con Donald Trump

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29 de marzo de 2018, 4:00 AM
29 de marzo de 2018, 4:00 AM

Kim Jong Un fue recibido con gran pompa y un banquete en Pekín en su primera visita -secreta- a China, una señal de la voluntad de acercamiento entre los dos aliados históricos antes de la cumbre prevista entre el dirigente norcoreano y el presidente estadounidense, Donald Trump.

Para su primer desplazamiento al extranjero desde que asumió el poder a finales de 2011, Kim y su esposa asistieron a una ceremonia solemne y a un banquete ofrecido en su honor en el Gran Palacio del Pueblo en la plaza Tiananmen.

Tras un día y medio de incertidumbre, la agencia de prensa oficial china Xinhua confirmó ayer de madrugada la visita de Kim Jong Un a Pekín, cuando este ya había regresado a su país en tren. Una visita que duró de domingo a miércoles.  

“Sin duda, mi primera visita al extranjero (debía ser) a la capital china”, dijo Kim, según unas declaraciones difundidas por la agencia de prensa norcoreana KCNA. “Es mi deber solemne”, agregó.  

Kim se declaró dispuesto a reunirse con el presidente Trump tras varios meses de amenazas mutuas entre ambos países por el programa nuclear norcoreano que hicieron temer un conflicto.  

Esta cumbre fue anunciada por fuentes surcoreanas y estadounidenses, pero no había sido confirmada por ninguna fuente norcoreana. Según Seúl, la reunión podría celebrarse a finales de mayo, aunque no se han anunciado todavía ni el lugar ni la fecha exacta del encuentro.
El líder norcoreano, que en los últimos años llevó a cabo una serie de ensayos nucleares y disparos de misiles capaces de alcanzar Estados Unidos, se pronunció además a favor de la desnuclearización de la península coreana.  

“Nuestra posición constante es estar comprometidos a favor de la desnuclearización de la península coreana, conforme a la voluntad del expresidente Kim Il Sung y del ex secretario general Kim Jong Il”, predecesores y abuelo y padre, respectivamente, de Kim Jong Un.
Esta cuestión “puede resolverse si Corea del Sur y Estados Unidos responden a nuestros esfuerzos dando muestras de buena voluntad”, agregó el dirigente norcoreano.