El presidente chileno Sebastián Piñera dijo que las Fuerzas Armadas apoyarán con tecnología y transporte a la policía para combatir el narcotráfico y las bandas de crimen organizado que operan en las fronteras

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9 de julio de 2019, 14:32 PM
9 de julio de 2019, 14:32 PM

Las Fuerzas Armadas apoyarán con tecnología y transporte a la policía para combatir el narcotráfico y las bandas de crimen organizado que operan en las fronteras, informó este martes el presidente Sebastián Piñera.

Mediante un decreto, el mandatario instruyó incluir a las Fuerzas Armadas en el control de sus fronteras con Perú (norte), Bolivia (este) y Argentina (este), cuya inhóspita y extensa longitud es aprovechada para el tráfico de drogas a manos de bandas criminales, y en el último tiempo, el ingreso irregular de migrantes.

Con esta medida se busca "aumentar la fuerza, la eficacia en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado", con un trabajo colaborativo entre los Carabineros (policía uniformada) y el apoyo de las Fuerzas Armadas, explicó Piñera.

El documento establece que la colaboración militar se limitará a tareas de vigilancia, de apoyo logístico, transporte y tecnología. El ministro de Defensa, Alberto Espina, estará a cargo de dirigir y controlar el apoyo militar.

"Esta colaboración va a estar acotada a ciertas funciones en determinados lugares y por un determinado período de tiempo", aseveró Piñera.

 La frontera de Chile con Perú y Bolivia es paso frecuente del tráfico de drogas, pero también de otros delitos como el contrabando de vehículos y ropa, aprovechando el inhóspito desierto de Atacama, el más árido del mundo.

En los últimos años, una oleada de migrantes de países como Venezuela, Colombia, Haití y República Dominicana ha avivado el ingreso ilegal a territorio chileno por pasos no habilitados, muchos de ellos todavía sembrados con minas antipersonales instaladas allí durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Unos 1.200 migrantes fueron detenidos intentando ingresar de forma ilegal a Chile en 2017. Durante 2018, unos 300.000 extranjeros se encontraban en situación ilegal en Chile, según datos oficiales.