Casi todas las plazas (7.120) dejadas por los cubados fueron ocupadas por médicos brasileños formados en el país, pero 1.397 plazas quedaron disponibles y abrieron un resquicio de esperanza para los galenos brasileños formados en los países vecinos.

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22 de febrero de 2019, 9:34 AM
22 de febrero de 2019, 9:34 AM

La salida de los galenos cubanos de Brasil tras el fin del programa "Más Médicos" ha permitido que algunos de los brasileños que emigraron a países como Argentina y Bolivia para estudiar medicina consigan volver para ejercer en su país, una posibilidad desde hace tiempo blindada para ellos.

El pasado mes de noviembre, el Gobierno cubano retiró a 8.332 médicos que prestaban atención en Brasil dentro del programa "Más Médicos" debido a un desencuentro con el entonces presidente electo, el ultraderechista Jair Bolsonaro, y el gobierno emitió un concurso para sustituirlos.

Casi todas las plazas (7.120) fueron ocupadas por médicos brasileños formados en el país, pero 1.397 plazas quedaron disponibles y abrieron un resquicio de esperanza para los galenos brasileños formados en los países vecinos, que actualmente no pueden trabajar en su país porque enfrentan problemas para revalidar su título.

Clismagna Leal es brasileña y formada por la Universidad Abierta Interamericana, en Buenos Aires (Argentina), donde vive desde 2011, y considera "un milagro" que el pasado 13 de febrero consiguiera confirmar su plaza para ejercer en "Más Médicos". El programa fue puesto en marcha en 2013 para ofrecer atención sanitaria en los municipios más remotos y pobres del país - los destinos menos solicitado por los galenos brasileños-, aunque también abarca grandes centros, como Sao Paulo.

Según narra Clismagna en una entrevista para Efe, cuando el concurso se abrió tras la salida de los cubanos, las 1.397 plazas desaparecieron en apenas 40 minutos, dejando fuera a casi unas 3.000 personas que habían superado los primeros trámites, entre ellas su antiguo compañero de facultad, el también brasileño Fabio Albino. "Desapareció la plaza en mi cara para Alto Rio Solimoes" (una unidad de atención a indígenas en el Amazonas)", relata el médico, quien manifiesta su deseo de volver a Brasil.

Según la asociación de la que ambos forman parte y Clismagna preside, la Asociación de Médicos Brasileños Formados en el Exterior, hay unos 20.000 galenos que finalizaron sus estudios de medicina fuera, sobre todo en Argentina y Bolivia, y 60.000 que los cursan actualmente. Ambos atribuyen este fenómeno a las dificultades de acceso a la universidad de medicina en Brasil, ya que, según Clismagna, la concurrencia para acceder a una pública es de entre 150 y 200 personas para una plaza, lo que hace que los aspirantes esperan entre tres y cuatro años para entrar.

Por la vía privada, las cuotas mensuales ascienden, como mínimo, a 5.000 reales (unos 1.330 dólares), mientras que en países como Argentina y Bolivia, la cuota es de 1.800 reales (480 dólares), explica Fabio. Una vez acabados los estudios, la aspiración de la gran mayoría de estos profesionales es volver a casa, lo que no ha sido posible desde hace un tiempo.

Para convalidar un título extranjero de medicina en Brasil, la opción más común es pasar por un examen de reválida que organiza el Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educacionales Anísio Teixeira (INEP).  Sin embargo, la última vez que esta prueba se realizó de manera completa fue en 2016 y, en la actualidad, el órgano continúa trabajando en las últimas etapas de la convocatoria de 2017.

 Para Fabio, el "filtro excesivo" a la hora de revalidar el título es una "discriminación": "Fuimos víctimas de prejuicios donde estudiamos y lo somos para volver. Pero ya estamos vacunados...", expresa el médico. Las otras vías para homologar el título en el país pasan por una "reválida simplificada" que algunas universidades públicas pueden organizar, pero desde la asociación insisten en que, en la práctica, todos los centros remiten al examen del INEP.

Clismagna está feliz de haber conseguido una plaza en "Más Médicos" porque esto le acerca a su familia, pero también es consciente de que, después de los tres años que dura el programa, seguirá sin ser médica a ojos de su país. Por lo tanto, tanto ella como Fabio continuarán esperando a que se celebre otro examen de reválida para poder volver a casa de forma definitiva: "Es mi país, son mis raíces", reivindica Fabio.