Si se realiza el traslado, los países árabes, importantes mercados para la carne brasileña, pueden iniciar una represión comercial. Israel celebra la nueva medida. Estados Unidos fue el primero en trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén

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3 de noviembre de 2018, 4:00 AM
3 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Jair Bolsonaro reafirmó su promesa de campaña de trasladar la embajada de su país en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, en la senda inaugurada por Estados Unidos.

“Como afirmamos durante la campaña, pretendemos transferir la embajada de Brasil de Tel Aviv a Jerusalén. Israel es un estado soberano y nosotros lo respetamos”, tuiteó el ultraderechista Bolsonaro, que asumirá sus funciones el 1 de enero.

En una conferencia de prensa en su residencia de Río de Janeiro, Bolsonaro dijo: “Respetamos al pueblo de Israel y al pueblo árabe. No queremos crear problemas con nadie. Queremos comerciar con todo el mundo, buscar vías pacíficas de resolver problemas”.

Ustedes deciden

Interrogado sobre el tema en una entrevista publicada el jueves por el diario israelí Israel Hayom, Bolsonaro respondió: “Cuando me preguntaban, durante la campaña, si lo haría cuando fuera presidente, yo respondía ‘Sí, son ustedes los que deciden cuál es la capital de Israel, no las otras naciones’”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, celebró el anuncio hecho por el presidente electo de Brasil. “Felicito a mi amigo, el presidente brasileño entrante, Jair Bolsonaro, por su intención de trasladar la embajada a Jerusalén. Es un paso histórico, correcto y emocionante”, dijo Netanyahu en un mensaje difundido por su portavoz.

Consecuencias

Según medios brasileños, la materialización de esa promesa podría provocar represalias comerciales de países árabes, que son mercados importantes para las carnes brasileñas. De confirmarse, la decisión supondría una ruptura con respecto a la tradición diplomática mantenida durante años por Brasil en el conflicto entre Israel y Palestina. El Estado hebreo considera toda la ciudad de Jerusalén como su capital, en tanto que los palestinos aspiran a que Jerusalén Este se convierta en la capital de su futuro Estado.

Para la comunidad internacional, el estatuto de la Ciudad Santa tiene que negociarse entre las dos partes, y las embajadas no tienen que instalarse allí hasta que no se haya alcanzado un acuerdo.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rompió en diciembre de 2017 con décadas de diplomacia al reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Desde entonces, el presidente palestino, Mahmud Abas, puso fin a todas las relaciones con la administración Trump.

Israel ocupa desde 1967 militarmente Cisjordania, territorio palestino, al igual que Jerusalén Este, la parte palestina de la Ciudad Santa, que se anexionó. Esta anexión no ha sido reconocida por la comunidad internacional.

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