Expertos aseguran que los venezolanos van a tener que convivir, durante meses o años, con los cortes de energía eléctrica, la falta de agua y de transporte. La gente continúa manifestándose en las calles

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1 de abril de 2019, 4:00 AM
1 de abril de 2019, 4:00 AM

Falta de infraestructura, de inversión y mantenimiento amenazan con prolongar indefinidamente los apagones masivos en Venezuela, que se recrudecieron a inicios de marzo, sin que pueda verse una luz al final del túnel donde están sumidos los venezolanos.

Golpeados por la crisis económica, los habitantes del otrora próspero país petrolero también sufren la falta de agua, problemas en las comunicaciones y merma del transporte tras varios días de apagones masivos que podrían seguir durante meses e incluso años, advierten especialistas consultados por AFP. 

“Esto va a continuar, la situación es gravísima, vienen más apagones y racionamientos (…) En todo el sistema completo se están generando a duras penas entre 5.500 y 6.000 megavatios de una capacidad instalada de 34.000 megavatios”, dijo a AFP Winton Cabas, presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica y Mecánica (Aviem).

Cabas afirma que el chavismo se quedó “sin mano de obra calificada”, tras el éxodo de unos 25.000 trabajadores del sector eléctrico, en medio de una diáspora de 2,7 millones de venezolanos que ha emigrado desde 2015.

El presidente Nicolás Maduro, bajo cuya gestión el país con las mayores reservas de crudo del mundo redujo su economía a la mitad y, además, está sofocado por una inflación que treparía a 10.000.000% en 2019, según el FMI, y por una escasez de bienes básicos, achaca las fallas eléctricas a sabotajes. 

Desde hace años

Pero el colapso eléctrico ya dio sus primeros coletazos en 2010 cuando el fallecido Hugo Chávez (1999-2013) anunció racionamientos en los estados del interior de Venezuela al argumentar que una fuerte sequía había llevado a niveles críticos la represa de Guri (estado Bolívar, sur), fuente de 80% de la electricidad del país.  

Luego de años consecutivos de apagones, mayormente en el petrolero estado Zulia fronterizo con Colombia, el 7 de marzo de 2019 se registró el apagón más largo en el país hasta entonces. 

Caracas y 22 estados quedaron a oscuras durante cinco días. Pocos días después, el 25 de marzo se inició un nuevo apagón masivo que deja sin luz de forma intermitente a toda Venezuela.

Protestas espontáneas

El sonido de cacerolas irrumpió ayer en varias zonas de Caracas en protesta por los consecutivos apagones en Venezuela desde el 7 de marzo, llevando a millones de venezolanos a la angustia y desesperación..

Joaquín Rodríguez, un abogado de 54 años, golpeaba dos envases de plástico durante una protesta en Los Palos Grandes, otrora acomodada zona de Caracas que sufre por las fallas eléctricas registradas en el interior del país desde hace una década.

“Nuevamente un apagón nacional nos está afectando nuestra calidad de vida, no tenemos agua, no tenemos luz, no tenemos internet, no tenemos teléfonos, estamos incomunicados, hemos llegado a lo peor que hemos podido imaginar”, narró en alusión a los apagones intermitentes desde hace casi una semana.

En algunos sectores de Caracas las protestas fueron reprimidas por colectivos, como se les conoce a los civiles armados chavistas a los que el presidente Nicolás Maduro ha dado luz verde para contener las protestas. “Hay represión fuerte de colectivos encapuchados”, afirmó un habitante de Cotiza, un sector popular de Caracas donde se escenificaron manifestaciones espontáneas.

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