El Salvador, Venezuela, Jamaica y Honduras son los países con mayores tasas de homicidios. Bolivia aparece entre las naciones con niveles bajos de inseguridad, pero el narcotráfico complica la situación. ONU reclama mayor acción del Estado

El Deber logo
9 de julio de 2019, 4:00 AM
9 de julio de 2019, 4:00 AM

Aunque el continente americano solo alberga el 13% de la población mundial, aquí se registran el 42% de todas las víctimas de homicidios, una situación que es especialmente grave en América Latina y en la que confluyen problemas de desigualdad, debilidad del sistema judicial y fortaleza del crimen organizado. El Salvador y Venezuela son los países más violentos de la región. Así lo señala el Estudio Mundial sobre el Homicidio de 2019 publicado en Viena por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd).

La tasa media de homicidios anual en el continente es de 17,2 por cada 100.000 habitantes, casi el triple que el promedio mundial y casi seis veces más que Europa.

Centroamérica, con 25,9; Sudamérica, con 24,2; y el Caribe, con 15,1, son las subregiones con las tasas más altas de homicidios del planeta. De hecho, América es la única región en la que esa tasa ha crecido desde 1990.

Los únicos cuatro países del mundo con tasas de homicidio de más de 40 personas por cada 100.000 habitantes están en América Latina: El Salvador (62,1), Venezuela (57), Jamaica (57) y Honduras (41,7).

Venezuela, el más grave

La Onudd destaca especialmente el caso de Venezuela, donde se ha registrado “el más dramático incremento” de la tasa de homicidios, al pasar de 13 a 57 por 100.000 habitantes entre 2012 y 2017.

En Brasil, la tasa de homicidios subió a 30 en 2017 y se estima que 1,2 millones de personas han sido víctimas de homicidios intencionados entre 1991 y 2017.

De hecho, la subida de las muertes en este país y en México, ambos muy poblados, explican en buena parte el alza global de las tasas de homicidios en los últimos dos años, tras décadas a la baja.

Por contra, la Onudd destaca la reducción del número de homicidios experimentada por Colombia en ese periodo, de 80 a 25 por cada 100.000 habitantes, algo que la Onudd atribuye en parte a la “intensificación de la acción estatal contra el tráfico de drogas”.

En la parte baja de la tabla, pero aún por encima de la media mundial de 6,1 homicidios por cada 100.000 personas, están países como Argentina, Perú, Uruguay o Nicaragua.

Sólo Chile, con 3,1, estaría por debajo de ese promedio.

Al referirse a las causas del elevado número de homicidios en América Latina, el informe de la Onudd señala que la criminalidad organizada, en especial relacionada con el tráfico de drogas, está detrás de buena parte de esas muertes.

Claves en América Latina

“Hay otros tipos de homicidios, como la violencia en la pareja o en la familia. Pero el elemento del crimen organizado es mucho más alto que en ninguna otra región del mundo”, explica a EFE Angela Me, jefa del departamento de investigación de la Onudd y una de las coordinadoras del informe.

De hecho, Me explica que una de las conclusiones del informe es que en el caso de Latinoamérica no se cumple necesariamente la idea de que el desarrollo socioeconómico va acompañado de una reducción de la violencia, como ocurre en Europa o Asia.

“En el mundo, en general, las diferencias en tasas de homicidios entre países pueden ser explicadas principalmente con el desarrollo socioeconómico. En América Latina, no. La interpretación es que hay un componente que otras regiones no tienen, que es el crimen organizado y las bandas”, analiza la experta italiana.

Con cerca de un millón de personas asesinadas desde el inicio del siglo, el crimen organizado es responsable de un número similar de víctimas mortales a las de todos los conflictos armados que se produjeron en el planeta desde entonces, advirtió la ONU. “Se estima que un promedio en torno a 65.000 asesinatos por año estuvieron relacionados con el crimen organizado, incluidas las pandillas”, indica el estudio.

464.000 MUERTOS POR EL DELITO EN EL PLANETA

Un total de 464.000 personas fueron víctimas de homicidios en 2017, más que todos los muertos en guerras ese año, con Latinoamérica como zona más peligrosa y con la desigualdad, el crimen organizado y el machismo entre las causas.

La ONU compara la cifra de 2017 con la de 1992 y concluye que, aunque el número de fallecidos ha subido un 17 %, se ha producido un descenso de la tasa de homicidios, es decir, del número de víctimas por cada 100.000 habitantes, debido al aumento de la población.

Así, de los 7,2 homicidios por cada 100.000 habitantes de 1992, se pasó en 2017 a 6,1, disminuyendo, en términos generales, el riesgo de morir por esa causa.

“En términos de una tendencia a muy largo plazo, estamos en las décadas más pacíficas” explica Angela Me. Sin embargo, dentro de esa tendencia general, desde 2015 se ha detectado una leve subida, por primera vez en décadas de bajada.

Ese aumento puede explicarse por el aumento en América Latina, la región con la tasa más alta y la única donde sube.