Afganistán, Siria, México, la India y Estados Unidos son los países donde más periodistas fueron asesinados durante sus labores informativas. Bolivia está entre los países en claro retroceso

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19 de diciembre de 2018, 4:00 AM
19 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Tras tres años a la baja, la violencia contra los periodistas aumentó en 2018, con 80 reporteros muertos en el mundo, según el balance anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF), publicado ayer, en el que Afganistán, Siria, México, la India y Estados Unidos aparecen como los países con más periodistas asesinados.

En 2017 habían fallecido 65 periodistas al realizar su labor informativa. Entre las víctimas de este año hay 63 periodistas profesionales, lo que supone un alza del 15%; 13 periodistas no profesionales (frente a siete el año pasado) y cuatro colaboradores de medios, según esta oenegé con sede en París, que lamenta una violencia “inédita” contra los periodistas.

En total, en los 10 últimos años murieron más de 700 periodistas profesionales, según RSF.

Más de la mitad de los periodistas muertos fueron “apuntados deliberadamente y asesinados”, como ocurrió con el editorialista saudita Jamal Khashoggi, asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul el 2 de octubre, y con el periodista eslovaco Jan Kuciak, muerto el 21 de febrero.

“El odio contra los periodistas proferido, o incluso reivindicado por los líderes políticos, religiosos o empresarios sin escrúpulos, tiene consecuencias dramáticas sobre el terreno y se traduce en un preocupante aumento de las violaciones respecto a los periodistas”, lamenta Christophe Deloire, secretario general de RSF.

Los más mortíferos

Las víctimas son mayoritariamente hombres (77, frente a tres mujeres) que trabajan a escala local (75 periodistas locales y cinco extranjeros).

Afganistán fue el país más mortífero para los periodistas este año con 15 muertos, destronando a Siria, que ocupaba esta posición desde 2012 y pasó a segunda posición con 11 periodistas muertos.

El 30 de abril, un doble atentado en Kabul mató a 12 comunicadores, entre los que se encontraba el fotógrafo de la AFP Shah Marai Fezi y reporteros de Radio Free Europe y Tolo News.

RSF resalta también que casi la mitad de los periodistas murieron en países en paz, como México (tercer país más peligroso, con nueve periodistas asesinados), India (seis muertos) y Estados Unidos (seis), que entró en este sombrío palmarés tras el tiroteo contra la redacción del Capitol Gazette.

El número de periodistas detenidos en el mundo también aumentó, destaca RSF, con 348 frente a los 326 de 2017 (+7%), un aumento que afecta especialmente a los periodistas no profesionales.

Más de la mitad de los periodistas encarcelados en todo el mundo se encuentran en tan solo cinco países: Irán, Arabia Saudita, Egipto, Turquía y China, la mayor cárcel de reporteros del mundo con 60 periodistas presos, de los que tres cuartos no son profesionales. La cantidad de rehenes también creció, un 11%, con 60 periodistas cautivos actualmente frente a los 54 del año pasado

AFRENTA DEL GOBIERNO DE MORALES GENERA AUTOCENSURA ENTRE LOS PERIODISTAS BOLIVIANOS

En Bolivia los medios de comunicación tienen un fuerte incentivo para no hacer comentarios negativos del Gobierno o del presidente Evo Morales, en el poder desde 2006, asegura el informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF).

En virtud del Decreto Supremo 181, adoptado en 2009, la publicidad oficial no se otorga a los medios de comunicación que “mienten”, “hacen política partidista” u “ofenden al Gobierno”, indica el estudio.

“Estas presiones financieras tienen un papel muy importante, pues Bolivia es uno de los países más pobres de Sudamérica”, destacó.

RSF destaca que “los periodistas que molestan al Gobierno son víctimas de encarnizamiento judicial, como lo muestran los casos de Wilson García Mérida (desde 2016) y de Yadira Peláez Imanereico (desde 2017). A esta situación se suman las detenciones arbitrarias de reporteros, así como un alto grado de impunidad, lo que favorece un clima de autocensura en todo el país”.

Las organizaciones de medios de comunicación y de periodistas rechazan la ofensiva del Gobierno de Evo Morales contra la prensa independiente a la que acusa de ser parte de un cártel de la mentira para afectar su gestión.

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