El cuerpo de la joven de 16 años fue encontrado en una barraca en la que viven traficantes y drogadictos que son en su mayoría inmigrantes ilegales

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26 de octubre de 2018, 6:12 AM
26 de octubre de 2018, 6:12 AM

El horrendo hecho sucedió en Roma la pasada semana y ha conmovido a la sociedad italiana por su crudeza: la joven Desirée Mariottini fue drogada y violada por 12 horas para luego ser asesinada por una pandilla de narcotraficantes que provienen del norte de África. El hecho ha reavivado el debate sobre la situación de los migrantes indocumentados.

La joven fue encontrada sin vida en una barraca abandonada que se conoce como 'La casa de la droga' y en el que viven traficantes y consumidores de estupefacientes. Desirée llegó hasta el lugar para comprar heroína, y no era la primera vez que había estado ahí, según señalan las primeras investigaciones difundidas por medios italianos.

Tres senegaleses fueron apresados por el crimen, identificados por testigos, pero se estableció que al menos una docena de hombres participó de la violación masiva. La joven fue drogada, abusada y luego la asesinaron. El horror comenzó la tarde del jueves y terminó con la muerte de Desirée la mañana del viernes.

El hecho sucedió en el barrio tradicional romano de San Lorenzo, donde quedaron una serie de edificios destruidos o semidemolidos tras los ataques a la capital italiana en la II Guerra Mundial y que con el pasar de los años terminó convirtiéndose en refugio de criminales e inmigrantes ilegales que se dedican al tráfico de estupefacientes.

Desalojos

El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, anunció que va a acelerar el desalojo de edificios ocupados ilegalmente, al visitar ayer un barrio de Roma donde hace unos días fue violada y asesinada una adolescente.

"En los próximos meses haremos un plan extraordinario de desalojos", advirtió Salvini, que no pudo entrar en el edificio donde fue encontrada muerta la joven al impedírselo una multitud.

El líder de la ultraderechista Liga y también vicepresidente del Gobierno fue recibido en la calle del barrio de San Lorenzo, donde tuvo lugar el crimen, con protestas y entre gritos de "chacal" cuando intentó visitar el inmueble ocupado.

Otras personas, mientras tanto, aplaudían y aclamaban al ministro y le gritaban "estamos contigo".