Las lluvias e inundaciones causaron desastres en la capital de Pando y en la ciudad de La Paz. En esta última, existen 2.500 personas desplazadas

12 de marzo de 2024, 11:58 AM
12 de marzo de 2024, 11:58 AM

Los trabajos post inundaciones se realizan con intensidad para volver a la ‘normalidad’ lo más antes posible en Cobija, Pando; mientras que en la ciudad de La Paz, el foco está en realizar obras de prevención para evitar nuevos golpes de la naturaleza.

En la capital pandina, las lluvias y el desborde del río Acre afectaron a 1.380 familias y 4.700 personas de 20 barrios. “Se ha invertido más o menos medio millón de bolivianos, pero eso no será suficiente. Hay mucho por hacer”, afirmó la alcaldesa de Cobija, Ana Lucia Reis, a EL DEBER.

La autoridad señaló que, por ahora, se trabaja en el reacomodo y ayuda a las familias, que de a poco están retornando a sus hogares. “Para mejorar los acceso a los barrios utilizamos tractores y mucho material de limpieza, porque todo quedó un desastre”, agregó Reis.

Más de 100 familias siguen en albergues en Cobija

La alcaldesa de Cobija, Ana Lucía Reis, indicó que aún continúan más de 100 familias en cinco albergues que se habilitaron para recibir a los damnificados. “La gente continúa ahí, porque no puede retornar a sus casas. Está feo donde viven”, puntualizó.

Reis dijo que, por ahora, no hay señales de nuevas inundaciones, por lo que se trabaja con relativa tranquilidad. “Estamos atentos a lo que pueda suceder, por ahora no hay anuncio de nueva inundación. Sería desastroso si hubiera de nuevo, pero con el cambio climático todo puede pasar”, señaló.

En La Paz hay 180 maquinaria y 2.500 personas desplazadas

La dureza con la que golpearon las lluvias y los desbordes de los ríos en la ciudad de La Paz puso en alerta máxima a sus autoridades, que trabajan  de forma ardua para habilitar zonas inaccesibles. “Se habilitaron, por 24 horas, las vías de la zona sur, que estaban un desastre”, afirmó a EL DEBER, Iván Arias, alcalde de la capital paceña.

Indicó que la región más crítica era la zona sur, por lo que una gran cantidad de funcionarios se desplazó para reestablecer los accesos de las calles y avenidas. “Trabajando muy duro se logró habilitar la salida a Achumani, que son unas 30 cuadras, y la de Mallasa, que son unas 10”, informó Arias.

En este sector se desbordó el río La Paz, que es donde se unen cuatro cuencas, situación que se complica cuando llueve en zonas altas. “Ahí se une el Orkojahuira, Aruntaya, Choqueyapu y Achumani, y se pone demasiado feo, que arrasa todo”, complementó la autoridad.

Senamhi anunció lluvias

La alerta roja emitida por Senamhi en las últimas horas, de posibles lluvias en la sede de Gobierno y otras regiones, tiene a los funcionarios municipales trabajando, sin descuidar, que en cualquier momento la situación se puede complicar.

“La gente está trabajando, pero como el Senamhi indicó que lloverá, nos apresuramos en la canalización de los riachuelos para que las aguas vayan por su cauce”, señaló el alcalde Arias.

La autoridad comentó que seguirán los trabajos por los próximos dos meses, para después entrar en la etapa de reposición y rehabilitación. Precisó que se gastará 240 millones de bolivianos.