Su origen era desconocido al ser de consumo tradicional en varios países del mundo. Conocido como ulupica, es el 'padre' de todos los ajíes

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18 de abril de 2018, 8:36 AM
18 de abril de 2018, 8:36 AM

Un estudio publicado sobre el origen del ají, que Rita del Solar y Lupe Andrade establecieron que es boliviano tras leer las investigación de un botánico estadounidense, se está viralizando en redes.

Si bien se trata de una nota publicada en 2011, en las redes sociales se ha vuelto a compartir en los últimos días, debido a que durante años hubo un debate científico para determinar el origen de ese fruto conde sabor picante y que es un ingrediente clave en la gastronomía tradicional de varios países.

Tras un cuidadoso estudio de las investigaciones del botánico estadounidense W.Hardy Eshbaugh, actualmente Profesor Emérito de la Universidad de Miami en Ohio, que demostró que el ADN del ají se encuentra en los valles mesoandinos, Rita del Solar y Lupe Andrade, cerraron la discusión sobre su origen en su libro "Ají, regalo de Bolivia al mundo".

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En las investigaciones de Eshbaugh, el fruto surgió en los valles de Cochabamba y Chuquisaca, y se constituye en "el padre" de todos los ajíes y se lo conoce como ulupica o el chacoense, señala el periódico argentino La Nación.

Su expansión por el mundo

Cuando Cristóbal Colón llegó a América buscando Catay o Cipango, su objetivo público era llevar la religión católica a estas tierras y encontrar oro y especias. En aquellos años la especia por excelencia era la pimienta (aparte de la canela, la nuez moscada, el azafrán entre muchas otras) que había que ir a buscar a las lejanísimas tierras del Lejano Oriente.

Los españoles debieron haber comido el ají y encontrado en él un producto que reemplazaría con ventaja a la codiciada pimienta.

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Es gracias a su expansión, por ejemplo, que europeos como los húngaros pudieron hacer del goulash su plato nacional; o los españoles deleitarnos con sus fabulosos embutidos. Se dice que fue gracias a españoles y portugueses que los pimientos viajan al Lejano Oriente y a la India, donde sería impensable un Mango Chutney sin pimientos verdes.