Marco Antonio Solis. El ‘poeta del siglo’ sigue salpicando los escenarios con su talento y brillando con su estrella propia

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18 de febrero de 2018, 4:00 AM
18 de febrero de 2018, 4:00 AM

Reconocido a escala mundial como ‘Su majestad’, Marco Antonio Solís Sosa es el menor de cinco hermanos. Nació en el seno de una familia humilde un 29 de diciembre de 1959 en Ario de los Rosales (Michoacán-México). Siempre fue un apasionado por la música. A sus nueve años comenzó a mostrar sus dotes de cantante, aplaudido por sus seis hermanos y sus padres, ya fallecidos, Elena Sosa y Antonio Solís, que fue un hombre bohemio, de aquellos que salían los fines de semana con los amigos, entregándose a la cantada.

Tal vez, señala el cantante y compositor que de ahí viene la herencia musical, aunque asegura que curiosamente su padre jamás le enseñó a cantar ni tocar guitarra y tampoco le gustaba ir a sus presentaciones.

Desde que tiene uso de razón, recuerda que con su primo, Joel Solís, se iban al parque de su pueblo y allí pasaban horas y horas cantando. Al escucharlos, algunas personas los invitaban a amenizar sus fiestas. En el colegio los dos participaban y ganaban todos los festivales.

“El mejor recuerdo de mi niñez precisamente es cuando canté por primera vez en cuarto grado, la canción Cuando brilla la luna, de Alberto Vásquez. Era en una clase de actividades creativas y cada uno hacía lo que le gustaba. Canté a capela y viendo la letra porque no me la sabía bien. Terminé la canción y todos en silencio quedaron mirándome. No se imaginaban que cantara así. Luego me dio pena, porque pensé que no les había gustado. Poco a poco fui perdiendo el nerviosismo”, rememora.

A sus 11 años trabajó como ayudante en una reparadora de llantas en su pueblo y, un año después, a sus 12, se mudó a la ciudad de México junto con su primo en busca de mejores oportunidades y sin más compañía que con la guitarra que le dio su madre. En el DF recibió mucho apoyo trabajó como repartidor de medicinas en una farmacia, mientras se dedicaba a cantar y a escribir sus primeras canciones.

 

El show. Marco Antonio no solo canta, también baila y toca instrumentos.
 

Con la música en el alma

Sus inicios se remontan a 1970, cuando forma el dúo Los hermanitos Solís con su primo, al que luego le cambiaron de nombre a Los soles tarascos, con el que hicieron su debut televisivo en el programa Siempre en domingo y después grabaron su primer sencillo.

Pero fue en 1975 que se inició formalmente en la música cuando con Joel crearon Los Bukis (que significa niños en lengua yaqui del norte de México), banda con la que tuvo grandes éxitos, logrando varias nominaciones al Grammy y premios Lo Nuestro. 

Aprovechando el éxito de Primer amor, Los Bukis entraron de ‘mojados’ a Estados Unidos. Un empresario los engañó y como no tenían visa, se dio la aventura. Fue así como escribió la canción Los alambrados. Tuvieron éxito, pero el que los llevó los dejó colgados, no les pagó y ni siquiera tenían para el hotel. “Un paisano michoacano, que nos envió Dios, nos ayudó”, refiere.

Canciones como Falso amor, Adonde vas, Tu cárcel, Yo te necesito, Te tuve y te perdí, Navidad sin ti, Quiéreme, Cómo fui a enamorarme, entre otros temas, escalaron a las primeras posiciones y se mantuvieron en la cima de la lista de los álbumes latinos más vendidos de los Billboard.

Después de 20 años de giras, conciertos, premios y reconocimientos, en 1994, Fonovisa  lanza como solista a Marco y los demás integrantes deciden abandonar la afamada agrupación. No obstante, el cantante grabó un disco más con nuevos integrantes de Los Bukis al año siguiente, pero en 1996 dio por concluida su existencia.

¿Hubo temor? No temor, señala, pero sí incertidumbre por no saber lo que iba a venir ni saber si continuaría sobre los escenarios. De lo que sí tenía certeza era de que seguiría componiendo en su estudio de grabación.

“Extrañé mucho, fue una época crítica y difícil, de pronto parar y seguir solo escribiendo. Veníamos de una actividad constante y de pronto parar y no saber por donde empezar. Eso sí, tenía mucha fe y un público fiel que se quedó escuchándome y apoyándome. Son generaciones que han crecido con la música de Los Bukis y de Marco Antonio”, resalta.

Cuando celebró sus cuatro décadas como cantante, en su cuenta de Instagram compartió una foto de Los Bukis y posteó: “Lo más difícil del inicio de cualquier carrera es brincar la barrera de la duda. Hoy que festejo mis 40 años de carrera les comparto esta foto de mis inicios y reafirmo ese pensamiento; siempre debemos estar seguros de nuestras acciones y eso nos llevará al éxito”.

El nuevo milenio fue trascendente para su trayectoria. Hizo varias giras y presentaciones en México, Estados Unidos y diferentes países de América Latina. Con baladas, cumbias y hasta rancheras, ‘Su majestad’ continúa como uno de los protagonistas más notables dentro de su género musical.

 

 Los Bukis. El grupo estaba formado por Marco Antonio, Joel Solís, Eusebio Cortez, Pedro Sánchez, Roberto y José Guadarrama.
 

En pleno vuelo a Bolivia

Ese mismo año, 1996 sale a la venta su álbum En pleno vuelo, que en menos de una semana vendió más de medio millón de copias y de ahí su fama y el éxito de sus canciones como solista no paró.

Considerado una leyenda viviente, es uno de los cantautores más influyentes de la música latina con más de 300 canciones grabadas en más de 20 álbumes y otras tantas composiciones que han recorrido el mundo entero, no solo en su voz, sino también en la de grandes cantantes como Rocío Dúrcal, Raphael, Rocío Jurado, Alejandro Fernández, Lucero, Paulina Rubio, Pepe Aguilar, Olga Tañón, Enrique Iglesias, Enanitos Verdes, Roberto Carlos, Jenni Rivera, Myriam Hernández, David Bisbal, Juan Luis Guerra, Yuridia y Maná.

En sus más de 40 años de carrera profesional, cuenta con más de 35 millones de discos vendidos, múltiples reconocimientos y premios. En el 2010 fue elegido como El Artista Latino de la Década, por Billboard. Su gran trayectoria musical le valió para estar entre los hispanos que ya tienen una estrella en El paseo de la fama, de Hollywood.

El cantautor, que desde 1982 usa barba y melena larga, bautizado como el profeta de la balada mexicana y reconocido internacionalmente como una de las figuras más emblemáticas del país azteca, después de cuatro años de su último recital en Bolivia, retorna para dar un concierto de lujo en Santa Cruz.

Es la cuarta vez que el michoacano visita Bolivia, esta vez en la gira denominada La Historia Continúa Tour 2018. El concierto, único en el país, se llevará a cabo este sábado 24 desde las 21:00 en el Estadio de Real Santa Cruz, donde el público podrá corear las canciones favoritas de Marco Antonio, aquellas que no pueden faltar en su repertorio, como Tu cárcel, Donde estará mi primavera, Como dejar de amarte, Necesito de ti y Si no te hubieras ido.

“Donde estará mi primavera, es una de las canciones que hasta me cuesta cantar, porque tiene un contenido  que habla de la sinceridad, del verdadero y profundo amor de la gente madura. Es muy fuerte. Se la escribí al Puma Rodríguez y por alguna razón no la grabó y me dijo que lo haga yo. Si no te hubieras ido, es otra canción que me gusta mucho. Son parte de mi y cuando las canto despiertan en mi una sensación maravillosa, las vivo en el momento y a veces me ha pasado que se me quiebra la voz porque las disfruto y las sufro”, indica el cantante.

 

Sus niñas. Haciendo travesuras con Alisson y Marla.
 

Estilo de vida

Es una persona a la que le gusta vivir el presente, ir paso a paso disfrutando de la vida, conociendo nuevos lugares y descubriendo cosas nuevas. Desde hace un tiempo ha pedido a sus asistentes que no los lleven a los mismos hoteles ni restaurantes. Ahora trata de llegar un día antes de los conciertos para conocer, salir a caminar y tomarse un café, una bebida que no le puede faltar en su día a día.

A sus 59 años luce radiante. Manifiesta que cuida su salud, alimentándose bien, haciendo ejercicios e intentando dormir lo suficiente. Además, le gusta estar  en contacto con la naturaleza, porque es una fuente de inspiración y de vitalidad. Cuando puede se lleva a sus mascotas de viaje, en especial a su perrito Twinkie, el consentido de la familia.

Cuando no está de gira ni componiendo opta por aislarse del bullicio y como es un apasionado por la meditación y la oración, prefiere realizar viajes a lugares muy tranquilos. Disfruta de las montañas nevadas para pasar las fiestas de fin de año, pero la playa es su principal opción para el verano. Por ello busca un lugar paradisiaco para relajarse, divertirse y practicar deportes acuáticos, siempre en familia. Sus favoritas son las playas mexicanas.

 Su estilo de vida saludable no fue siempre así. Hace años que su vida dio un giro de 180 grados, dado que entrada la década de los 90, la vida personal de Marco Antonio se encontraba bastante agitada. Antes fue muy bohemio, al igual que su padre. Se pasaba horas de horas  en el bar con sus amigos. “Eso quedó atrás, hace muchos años que no tomo una copa. Todo con disciplina se consigue”, afirma el Buki, quien nunca ha pensado en cambiar de look, porque se siente a gusto.

Orgullo mexicano. Con Juan Gabriel y Joan Sebastian. “Siempre juntos, tal vez no físicamente pero siempre en el corazón”, posteó. 
 

Pasiones y aventuras

El cantautor tiene un hijo, el mayor y único varón, al que bautizaron con su mismo nombre, Marco Antonio Junior, producto de una relación con una mujer ajena al medio artístico.

Y aunque él prefiere no hablar sobre sus aventuras, en las décadas de los 80 y 90 también acaparó las noticias en las revistas del corazón, donde se comentaba acerca de su revoloteada vida amorosa, pues estando ya casado con su primera esposa, la actriz y cantante mexicana, Beatriz Adriana, no le faltaban las relaciones pasionales que, en 1993, terminaron causando el divorcio, después de 10 años de matrimonio.

Fue en la película La Coyota, donde el Buki no solo era el protagonista sino que también conoció a Beatriz Adriana, con la que tuvo a su primera hija mujer, Beatriz, que ya lo convirtió en abuelo de Leonardo y que también ha seguido los pasos de sus padres.

Uno de los momentos más dolorosos que sufrió el Buki, además del fallecimiento de sus padres, fue el secuestro y asesinato de Leonardo Martínez, hijo de su exesposa, a quien el músico adoptó como suyo. Para él escribió su más reconocido éxito Si no te hubieras ido, que desde su lanzamiento se convirtió en una de las más escuchadas en todo el mundo.

Con sus fans. Cada año agradece a sus fans. Son parte fundamental de su éxito.
 

El amor de su vida

En 1993, en la grabación de un video conoció a su actual esposa, Cristian Salas, una modelo cubanoamericana de quien quedó flechado y con la que ya lleva 25 años  de casados y siguen tan enamorados como el primer día. Y para los que no creen que el amor puede perdurar en el tiempo, el cantante asegura, a través de su cuenta de Instagram, que la luz del amor llega sola, lo único que les corresponde es mantenerla encendida. Que cada pareja invente sus propias fórmulas, ¡es lo mejor!

Y eso es lo que hace el cantante, ya que siempre usa las redes sociales para expresarle el amor a su esposa y a sus hijas. “Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo... ¡Te amo nena! Cristy Solís. ¡Feliz día del amor! Fue su post acompañado de unas fotos con su esposa, el miércoles 14, en su cuenta de Facebook, para celebrar el día de San Valentín.

El dice que no es un hombre de detalles, pero su amor lo expresa escribiendo o cantando, que es lo mejor que sabe hacer.  Gracias por estar aquí es la canción que le dedicó a su modelo favorita en su 19 aniversario de casados. “Ella es la musa que me inspira”, remarca.

Fruto de este gran amor, nacieron sus hijas Alisson y Marla, que han heredado de sus padres el talento y la pasión por la música y por el modelaje. Siempre que puede, además de viajar acompañado de su esposa, el compositor lleva a sus hijas y las hace participar en sus conciertos. No teme que sus hijas sigan sus pasos, porque es el camino que ellas han elegido y es lo que Dios permite que suceda.

“El matrimonio no es fácil, más aún con la fama de por medio. Ella es más seria, yo más relajado, no me conflictúo tanto. Aprendí a acallar en su momento, para enfriar las discusiones. Uno de los dos debe tener la tranquilidad y poner la pausa. Lo que sostiene a una pareja es el amor, si se muere, no hay nada que hacer. Le digo a mi mujer: ‘si te dejo de amar, me voy porque no podría estar con una persona por obligación. Pero luego de 25 años sigo muy enamorado; tengo una gran mujer y hermosas hijas. Hay que aguantar, hoy en día es una inversión tener una familia sólida. Es fácil decir no nos comprendimos, gracias y chau. Si aguantamos nos fortalecemos como seres humanos además de la relación y eso nos ayuda a enfrentar retos”, subraya.

Su compañera. Cristy se define como una mujer agradecida, que perdona, sueña, ama, salta obstáculos y sujeta la mano de la esperanza.
 

Cerquita de Dios

En la mayoría de sus conciertos, por no decir en todos, abre los brazos, con un aire casi místico, mira al cielo y luego se da pequeños golpes en el pecho. Deja claro que no es un ritual, sino más bien una conexión espiritual, por eso antes de comenzar se concentra y hace sus oraciones para que todo salga bien. “Lo que hago es una preparación no solo de la mente, sino también del alma para que todo salga bien y el público disfrute al máximo”, asegura.

Agrega que siempre fue apegado a Dios. Sus amigos lo califican como alguien muy espiritual. En un momento de su vida, cuando estaba muy joven, pensó en ser sacerdote. Estuvo tres años en el seminario, pero la música, y también las mujeres, lo desviaron de ese camino. “Es que la tentación fue más poderosa”, argumenta, entre risas, pero día a día encomienda a Dios su vida y está seguro de que ha llegado hasta donde está, gracias a su fe.

nspiración. Nada mejor para él que sentarse a tocar su piano.