Las infecciones urinarias y vaginales causan, en su mayor parte, el desembarazo precoz. El 40% de los recién nacidos que ingresan a Neonatología tienen esta condición

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18 de noviembre de 2017, 4:00 AM
18 de noviembre de 2017, 4:00 AM

En el marco de un acto realizado ayer en el Hospital de la Mujer Percy Boland para conmemorar el Día Mundial del Bebé Prematuro, Lourdes dio su testimonio de lo que han padecido ella y Milagros, su niña nacida a las 25 semanas de gestación con 700 gramos de peso y un sinnúmero de complicaciones, como derrame cerebral, problemas digestivos y otros que la pusieron al borde de la muerte.

La pequeña permaneció dos meses y 17 días en terapia intensiva en el servicio de Neonatología hasta que, con tres operaciones de por medio, fue dada de alta y ahora está al cuidado de su madre. “Sufrió de todo porque era muy pequeña. Tuvo derrame cerebral, la operaron de la barriguita... Para mí fue muy duro porque, además, tenía que cuidar de mi otra niña de dos años. Gracias a Dios y a los médicos ella está bien. Aparte de ser buenos doctores son buenos humanos; hay gente que no sabe lo bueno que pasa acá adentro”, manifestó Lourdes en agradecimiento al personal de la maternidad Percy Boland.

Penurias como la de esta madre y su hija abundan en el maternológico a consecuencia de los nacimientos prematuros que pueden evitarse, según el médico Erwin Román, jefe de Neonatología, quien recalcó que el control prenatal es indispensable para corregir esta anomalía resultante, la mayoría de las veces, de infecciones urinarias o vaginales.

Cómo evitar la prematurez
La atención prenatal a las embarazadas debe funcionar en los centros médicos de primer y segundo nivel, donde el personal tiene que difundir los horarios de atención y la obligación que tienen las madres de hacerse por lo menos cuatro controles antes del parto.
En la maternidad informaron que en los hospitales de primer y segundo nivel debe haber médicos obstetra ginecólogos especialistas que tengan la capacidad de diagnosticar la anomalía o de detectar infecciones.

“El mayor porcentaje de los partos prematuros se da por las infecciones de las embarazadas. Si son portadoras de una infección urinaria o de una vulvovaginitis tendrán que ser tratadas para que un embarazo llegue a buen término”, indicó Román.

Reconoce atención

En la maternidad Percy Boland se atienden cerca de 10.000 partos al año de pacientes que llegan de la ciudad capital y de las provincias. De todos los recién nacidos que ingresan a Neonatología un 40% son prematuros.

Hace 10 años el índice de mortalidad era alto, de 14,5 niños por cada 100 nacidos. Ahora ese porcentaje se ha reducido gracias al mejoramiento de la infraestructura, de los recursos humanos y del equipamiento de punta en el hospital.

“Además de que en el tratamiento los niños son beneficiados con el seguro y eso es una bendición, porque al nacer tienen todos los medicamentos que necesitan. Me atrevo a decir que no nos falta casi nada; es por eso que nuestros prematuros tienen una mayor sobrevida y por eso también han aparecido nuevas patologías, como la displasia broncopulmonar, la hemorragia cerebral o la retinopatía, que son enfermedades nuevas a raíz de que hay mayor sobrevida”, explicó el jefe de Neonatología.

Sarina Inés Orosco Vaca (43), madre soltera, es una agradecida con el esmero del personal de la maternidad para con su niño, Abel Jhosafat,
que el 8 de septiembre de 2015 nació a las 27 semanas de gestación, con un peso de 700 gramos.

“Era pequeñito, medía unos 15 centímetros; le dieron dos días de vida. Luego de nacer lo llevaron a terapia en una incubadora, entubado y con los ojos vendados. Cuando me dejaron entrar a verlo introduje mi mano por una de las bocas de la urna de cristal y él me agarró firme un dedo; en ese instante supe que iba a vivir”, relató Sarina Inés.

Abel Jhosafat no la tuvo fácil, fue sometido a operaciones de las glándulas suprarrenales y de una hernia inguinal, muy frecuentes en estos pacientes. Asimismo, recibió tratamiento tópico para una retinopatía.

“Mi vida dio un giro de 360 grados con Abel Jhosafat. Ahora está bien, pero los cuidados siguen, hay que darle a la hora su leche, aplicarle sus vacunas al pie de la letra. En esto han tenido que ver muchas personas de la maternidad; el doctor Aguayo, la licenciada Pamela y otras personas”, señaló agradecida la mamá domiciliada en el barrio La Colorada.

La licenciada Pamela Escóbar es una de las fisioterapeutas que trabaja en Neonatología en favor de los prematuros. Su papel es clave para la recuperación de estos pequeños, pues aplica técnicas de kinesioterapia a través del ejercicio físico en el proceso de rehabilitación de estos niños. 

“Trabajamos mucho en la parte respiratoria porque ellos nacen con poco peso y permanecen bastante tiempo con asistencia mecánica. Luego de estar entubados necesitan estimulación neurofacial y otros movimientos. Esas técnicas se las enseñamos a las madres porque deben asistir a su recuperación en sus casas”, dijo Escóbar.

A decir de la fisioterapeuta, el tratamiento funciona muy bien y los prematuros logran tener una vida normal, aunque algunos quedan con pequeñas secuelas que las madres deben aprender a sobrellevar.