Un comité se reúne esta semana para volver a definir esta y otras medidas. Si bien la ciencia tendrá una precisión inusitada, al común de la gente no le afectará ni 'un gramo'

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13 de noviembre de 2018, 9:24 AM
13 de noviembre de 2018, 9:24 AM

El kilo, la medida de peso tal y como la conocemos hoy, podría tener los días contados. El Comité Internacional de Pesos y Medidas se reúne en unos días para definir esta medida, que nació en 1875, y otras.

La decisión se toma después que expertos hayan demostrado que el kilogramo tal como lo aplicamos en la actualidad es “decenas de microgramos” más pesado que cuando se estableció el primer estándar, señala La Vanguardia.

La primera vez que se definió el kilogramo como tal fue en 1875 en París. Un trozo de metal en forma de cilindro de la capital francesa sirvió para definir ese estándar cuyo nombre se bautizó como prototipo internacional de kilogramo o IPK en 1899. Hace cinco años, expertos de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) aseguraron haber demostrado que el kilogramo de la actualidad era decenas de microgramos más pesado que el de 1875.

Del prototipo inicial se hicieron casi medio centenar de réplicas. Pero los duplicados y la acumulación de contaminantes en la superficie, entre otros, han generado un aumento de peso unos 50 microgramos, una cifra que aunque pequeña es un problema desde el punto de vista científico. Por ello, los expertos dejarán de usar como medida el cilindro centenario y proponen que la nueva unidad se mida con la Balanza Kibble, que usa electromagnetismos en lugar de pesos.

También se modificarán los valores del mol, un ampere y un kelvin. ¿Lo curioso? Dicen que será un día histórico y que la ciencia gozará de una precisión inusitada hasta ahora. 

¿Cómo nos afectará?

Héctor Laiz (presidente del Sistema Interamericano de Metrología y miembro del Comité Internacional de Pesas y Medidas), consultado por Clarín, dijo que “estos cambios no tienen impacto en las mediciones de la vida cotidiana, sino en el trabajo de más alta exactitud de los institutos de metrología o en mediciones del ámbito científico y en algún sector puntual de altos desarrollos tecnológicos”.

En concreto, “el cambio en el kilogramo tendrá un impacto de una parte en diez a la octava potencia, que es como decir 0,00000001 de impacto. Una balanza de camiones de soja o la del supermercado de por sí tiene un margen de error de 0,001. O sea que el cambio será imperceptible para la gente”