Los sacerdotes de Bolivia exhortan a la población a despojarse de las cosas negativas para transformarse y sentir el cariño y el amor de los suyos. Instan a ayudar a los más necesitados. Destacan que el mejor regalo es Jesús

El Deber logo
25 de diciembre de 2018, 4:00 AM
25 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Hay que abrir el corazón, reflexionar y dejar salir el egoísmo, el odio, y ser solidarios con los más necesitados para que en esta fiesta podamos sentir el cariño, el amor y la ternura de los que nos rodean. “La Navidad consiste en transformar nuestras vidas, vivir la verdad y la justicia para tener paz”, reflexionó el monseñor Jesús Juárez.

En la misma línea, el vicario general del Arzobispado cruceño, Juan Crespo, exhorta a los cristianos que en estos días festivos se tiene que permitir que el Niño Jesús nazca en nuestro corazón y en la comunidad, por eso hay que prepararse espiritualmente. “Tenemos que convertir nuestros corazones en belenes actuales para que nazca el Niño”, remarcó.

Juárez, que es arzobispo de Sucre, complementa que el sentido principal de la Navidad es recordar el gran sentido de la fe católica, que se llama encarnación. “Dios ha amado tanto al mundo que envía a su hijo para que encarnándose en el seno de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, fuera nuestro salvador y redentor”. También explica que para todo cristiano esta fiesta debe ser motivo de alegría, porque nació el Mesías, el salvador. “Podemos decir que es un gran abrazo entre el cielo y la tierra, un gran puente trazado para que los hijos que se habían alejado de la casa del padre, por medio de Jesucristo puedan volver”.

Los sacerdotes resaltan que en esta fecha nadie debe lamentarse de no haber recibido ningún presente, “porque el mejor regalo se llama Jesucristo, el hijo de Dios que quiere habitar en nuestros corazones y hacer de él el mejor pesebre”, subrayó Juárez.

Por su parte, el arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, en el saludo navideño, resaltó que es necesario liberarnos de la rutina cotidiana, de nuestro ego, comodidades y apegos para acoger la verdadera riqueza que es la palabra hecha carne.

El líder religioso convocó a vivir la fe y la vida cristiana en comunidad, “unidos en la fraternidad y solidaridad de la fe en el único señor”.

Recordó que hay que tener el corazón abierto para buscar y reconocer al salvador, por eso pidió reconocer al niño Dios en los rostros de los más pobres y descartados de la sociedad.

El arzobispo cruceño celebró la misa de Nochebuena ante cientos de fieles que se congregaron en la catedral cruceña.

También hubo celebraciones en otros templos católicos. Hombres, mujeres y niños llevaron a los niñitos de sus pesebres para que sean bendecidos por los religiosos, tal como es la tradición en estas fiestas.

El papa habla de cambios

El papa Francisco señala que la Navidad trae cambios de vida inesperados y si nosotros queremos vivir esta fiesta debemos abrir el corazón, estar dispuestos a las sorpresas, es decir, a un cambio de vida inesperado. Así lo dijo durante la audiencia dedicada a la Navidad.

El pontífice explicó que “la Navidad inaugura una época nueva, donde la vida no se programa, sino que se da; donde no se vive más para sí, en base a los propios gustos, sino para Dios; y con Dios, porque en la Navidad Dios es el Dios con nosotros, que vive y camina con nosotros”, afirmó.

Asimismo, Francisco recordó que “la Navidad es la revancha de la humildad sobre la arrogancia, de la sencillez sobre la abundancia, del silencio sobre el estruendo, de la oración sobre ‘mi tiempo’, de Dios sobre mi yo”.

Exhortó a vivir la Navidad “como Jesús y bajar hacia quien necesita de nosotros”.

Más adelante, alertó a no equivocarse de fiesta en la Navidad que no sea “solo una bella fiesta tradicional, donde al centro estamos nosotros y no Él. Por favor, ¡no mundanicemos la Navidad!”, pidió a los fieles católicos.

Los reencuentros

Las familias bolivianas se llenan del espíritu navideño y muchos viajan a reencuentros con los suyos para la Nochebuena de mañana. Fue el caso de Nicol y Jorge Vaca, que viajaron desde Santa Cruz hasta Cobija (Pando) para pasar las fiestas con sus padres.

Por la noche, en las calles también se vio a familias obsequiando juguetes y comidas a indigentes y niños de la calle.

Tags