San Javier. El 3 de diciembre el municipio misional celebrará el aniversario 327 de su fundación con feria productiva, cultural y degustación de sabores chiquitanos. Los pobladores y autoridades están en intensa campaña para que los visitantes se detengan más tiempo a contemplar sus atributos

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25 de noviembre de 2018, 4:00 AM
25 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Le dicen la Suiza boliviana por la belleza de sus paisajes, resultado de una topografía irregular y verdes pastizales.

Es la capital del queso, del horneado, la más antigua de las misiones del circuito jesuítico, de una virginidad provinciana que seduce y que aún no tambalea por la relativa cercanía con la capital cruceña.

A cuatro horas de Santa Cruz de la Sierra, sus calles, sus tiendas, su gente...llevan de viaje hasta antaño. Y a pesar de eso, los habitantes sienten que no se ha hecho justicia a este trozo de paraíso. Con avances en las gestiones, San Javier sigue siendo un pueblo de paso, quienes lo visitan, no terminan de adentrarse en sus entrañas productivas, fértiles, termales y empapadas de tradición.

Autoridades y emprendedores de hotelería y ganadería se han puesto en intensa campaña para que San Javier comparta el protagonismo que tienen otros destinos jesuíticos. Desde el Gobierno Municipal y la Cámara Hotelera, además de muchos colaboradores, se ha implementado la segunda versión del Festival Ishanka, que en lengua Bésiro quiere decir pasión, que se realiza en octubre, y que alimenta la agenda anual de actividades con las que se pretende tener un flujo permanente y estable, con incluida, más allá del ‘full day’.

A esta cita se suma en mayo la Feria del Queso, por eso se ha instituido la Ruta del Queso, que celebra la capacidad de los productores de la zona, ya que de los 400 ganaderos, el 90% se dedica a la elaboración de este alimento. En junio se realiza el rally San Javier; en el mismo mes ocurre la fiesta de San Pedro y San Pablo, que reúne a 300 bailarines yarituses de varias comunidades, y que resume la fusión indígena y misional, razón por la que el ritual ha sido declarado patrimonio cultural inmaterial de Bolivia. La Semana Santa es una de las fechas religiosas más cotizadas por los viajeros a la Chiquitania, por la intensidad de sus ritos, inspirados en una vocación y herencia jesuítica. En octubre está la fiesta de los sabores chiquitanos, el Ishanka; dos semanas después de esta se realiza el Día de la Tradición. Cierra la agenda la celebración del aniversario de fundación de San Javier, el 3 de diciembre, misma fecha en que la Iglesia celebra a San Francisco Javier, sacerdote jesuita considerado patrono de todos los misioneros y llamado “gigante de la historia de las Misiones”, por las muchas conversiones que logró en el lejano oriente en tiempos muy difíciles.

Fiestón de cinco días

Las autoridades de San Javier, los artesanos, los hoteleros, ganaderos y pobladores en general ya tienen preparado el programa de diciembre por el aniversario y la fiesta patronal de San Javier.

Del 29 de noviembre al 2 de diciembre, el pueblo se alborotará con una agenda intensa, que tiene toda la intención de ‘atrapar’ a los visitantes. El jueves 29 se llevará a cabo el Triduo en la iglesia misional. El viernes 30 y sábado 1 de diciembre habrá prácticamente un maratónico programa deportivo con básquet y fútbol para diversas edades y con la participación de varios municipios vecinos; la jornada sabatina cerrará con una noche cultural en el atrio de la iglesia, coronación de la reina de San Javier en la plaza principal, y una fiesta popular con orquesta. El 2 y 3 será la feria productiva, artesanal y turística, la misa, la procesión, los juegos populares, la venta de horneados y de queso. Una agenda como para ‘instalarse’.

2. Ishanka. Festival gastronómico y cultural que se realiza en octubre, para dar a conocer la cocina chiquitana
3. Paraíso del horneao. Y también capital departamental del queso, moviendo la economía del lugar
4. Hotelería. San Xavier Quinta Eco Resort es una de las interesantes alternativas de San Javier
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