Familias unidas en amor, paz y fe es un tiempo para poner en práctica la hermandad, la solidaridad y la reconciliación

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24 de diciembre de 2017, 4:00 AM
24 de diciembre de 2017, 4:00 AM

Tan antigua es la festividad religiosa del 25 de diciembre que su origen se pierde en las profundidades del tiempo. En los milenios que precedieron a la cristiandad, otros considerados como redentores del mundo, supuestamente nacieron en diciembre. 

Por una cuestión vinculada a leyes espirituales, y cósmicas, se creía que ningún mensajero divino podía nacer en otra época que no fuera esa. Los antiguos egipcios celebraban el 25 de diciembre el nacimiento de varias de sus deidades más importantes como Osiris, hijo de Geb y Nut. También festejaban a fines de diciembre el cumpleaños del dios Horus.

En esta misma fecha festejaban en Grecia el nacimiento de Hércules, hijo de Zeus. Según los griegos, sus dioses Dionisio y Adonis también nacieron un 25 de diciembre. Asimismo, los romanos celebraban este día la fiesta del Natalis solis invicti o Nacimiento del sol invicto, asociada al nacimiento de Apolo.

Los pueblos germanos y escandinavos conmemoraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol de hoja perenne, que representaba al árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa.

De igual forma los incas conmemoraban el renacimiento de Inti o el dios Sol y los aztecas celebraban en el invierno boreal, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en un período comprendido del 7 al 26 de diciembre. Aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la celebración de la Navidad y así desapareció el dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas.  

1. Navidad de los niños. El colorido y el brillo de las luces navideñas es lo que más llama la atención de los pequeños. 

Una fecha especial
Aunque algunas corrientes afirman que Jesús no nació en diciembre sino en abril y algunas más señalan que fue en mayo y otras septiembre, lo cierto es que ya en el siglo III se celebraba su nacimiento el 25 de diciembre. 

Sin embargo, recién a partir del siglo XIX la Navidad empieza a afianzarse con el carácter que tiene hoy en día. Se popularizó la costumbre del intercambio de regalos; apareció Santa Claus y se inició la tradición de regalar tarjetas navideñas, costumbres que con el tiempo la mercadotecnia aprovecharía para expandir la festividad por el mundo, dándole un carácter no solo religioso, sino también un festejo de convivencia social y familiar. 

Sin importar si es o no la fecha del nacimiento de Jesucristo, para los cristianos, el 25 de diciembre es un día más que especial. En todo el mundo se ha convertido en una celebración familiar. Es una época en la que debe reinar la unidad, el amor, el perdón, la paz y la armonía.

En criterio de la socióloga Magaly Cavero, esta celebración no es tanto lo que nos rodea, porque eso es la mercantilización de la Navidad y esto tiene que ver más bien con lo coyunturalmente suntuario y diferenciador. “Lo más importante de esta celebración es quién nos rodea, con quién la compartimos. Eso la hace especial”, manifiesta.

El verdadero espíritu 

Para la comunicadora y consejera familiar, Ana Carola Fernández, Navidad es la representación del nacimiento de Jesús, una festividad para celebrar en familia; una cena con el tradicional chancho al horno y por supuesto que los regalos para los niños son una parte esencial de la fecha. 

Hoy en día, agrega, en este mundo moderno, acelerado y evolucionado, vemos la antesala de una Navidad con una gran cantidad de opciones en comidas, en postres y ni qué decir en cuestión de regalos. 

“Como consejera familiar sugiero no desplazar el verdadero espíritu navideño con regalos que intentan subsanar las ausencias, las torpezas o errores cometidos. Papás no nos estresemos tratando de comprar todo lo que deseáramos, recordemos que la Navidad es el símbolo del nacimiento de un gran propósito para la humanidad, Jesús que nos ha dado no solo la salvación sino aquellos regalos que no perecen nunca para que los vivamos y los disfrutemos cada día del año: el Perdón, el amor, la unidad familiar, el gozo y la fe”, aconseja. 

5. El tradicional Papá Noel. En los diferentes centros comerciales y paseos públicos en esta época no puede faltar el viejito pascuero. Los niños les expresan sus deseos y los grandes se sacan fotos.

Reencuentro familiar

En criterio de la actriz cómica, abogada y presentadora de televisión, María René Liévana, Navidad es un tiempo de reencuentro familiar, época en la que la familia se une para celebrar una fecha tan fundamental para el mundo cristiano, sin importar si es el día, o no, en el que Jesús llegó a la Tierra. 

“Más allá de los regalos y de las comilonas, es un momento de hacer un alto en el camino,  mirar para atrás y ver qué de bueno y qué de malo hicimos y comenzar de nuevo. Si hemos fallado, si hemos herido a alguien o si nos han dañado, tenemos que pedir perdón y también perdonar.
Esta es la época más especial del año para celebrarla en familia. Navidad es un tiempo de paz, de amor y de armonía”, expresa.

El presentador y humorista, Oliver Montoya afirma que desde pequeño le enseñaron que la Navidad es un tiempo de amor y de perdón, que es una época en la que las familias se unen más. 

“Siempre recuerdo los abrazos que nos dábamos a la medianoche y la cena en familia, entre risas porque abunda la chispa y los chistes entre nosotros, y acordándonos de las anécdotas de cada uno. Del que más se ríen es de mi, porque yo era el que más fregaba por los regalos.
Cuando era pequeño vi la película Mi pobre angelito y se me quedó grabado el árbol grande rodeado de regalos. Eso quería yo”, rememora entre
risas.

No obstante, asegura que hoy disfruta más que nunca de sus familiares porque no sabe si podrán estar juntos el próximo año. Hace dos años que ya no tienen a su abuelita que era la que más los unía, pero les dejó su legado que tratan de preservar, como es compartir en familia y rodearse siempre, más que de los regalos, del amor de sus seres queridos.

Paseo Belén. Familias enteras llegan hasta el patio de comidas para sacarse fotos entre las luces y arreglos. 

Tiempo de reflexión

El actor David Santalla se siente feliz porque es la primera vez que disfrutará de una Navidad con su nueva esposa, Sandra Saavedra Urizar, con la que, después de nueve meses de relación, contrajo matrimonio el 16 de septiembre pasado.

“Navidad es el símbolo de Cristo quien nos enseñó el verdadero significado del amor. Me siento feliz porque ahora tengo el mejor regalo, quizá es el más flaco (hace alusión a la figura de su esposa), pero es lo más hermoso que me ha regalado el Señor”, expresa. 
Para la conductora de televisión, Ximena Zalzer, en esta fecha hace un análisis de su vida, porque es un tiempo de reflexión y de sensibilización.

“Es más que regalos y fiestas, es sentir y expresar el amor a quienes nos rodean”, concluye.
Daniel Tejada y Zahira Rodríguez que pasaron por duras pruebas de salud ahora viven la Navidad de una manera diferente y valoran más a su familia. Para ellos lo especial de esta fecha es estar rodeados del amor de los suyos.