Memorable. La Orquesta Filarmónica cruceña presenta el proyecto más grande de su carrera. Ambientada en 1800, contará con 150 artistas en el escenario

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23 de noviembre de 2018, 4:00 AM
23 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Santa Cruz se trasladará a la Francia de 1800 para revivir la magistral obra de Víctor Hugo, Los Miserables. Para ello, la Orquesta Filarmónica de Santa Cruz de la Sierra apostó por poner en escena un reto no solo en lo musical, sino en lo histriónico. Se estrenó el jueves, pero habrá nuevas funciones mañana y el domingo, desde las 20:00, en el teatro Eagles.

Esta es la primera vez que el público cruceño presencia un espectáculo de esta magnitud, dirigido por la batuta de Isaac Terceros y la tutela musical de Jacqueline McCaig. La obra, de dos horas y media, contemplará más de 150 artistas que interpretarán 30 canciones originales en castellano.

En escena, los artistas rinden homenaje a la historia francesa del siglo XIX que marcó una generación con ideales como la libertad y la justicia.

La propuesta de este musical viene de una larga lista de éxitos que ha encarado la filarmónica cruceña, siendo una alternativa consistente para el público.

“El musical es un nuevo género para nosotros y nos decidimos por Los Miserables, porque es el más emblemático de todos los tiempos. Si evaluamos por cuál debe comenzar un elenco, es este. Es un clásico, el más famoso, el que obtuvo mayor éxito en taquilla y permanencia en grandes escenarios del mundo, como Broadway, Londres y toda Europa”, aseguró Terceros.

El desafío musical

Para el director, esta pieza musical desafía a todo el elenco, mencionando el gran reto que abarca para los solistas, actores secundarios, la orquesta y el coro. Terceros apoya esa afirmación en que la obra es la más completa e integral del género y que Santa Cruz se presentó como el lugar propicio para hacerlo.

McCaig, que posee una amplia experiencia y formación en musicales, indicó que dirigir los equipos de artistas, músicos, actores y diseñadores demandó su enfoque completo y toda su energía artística.

“El teatro musical, el canto y el trabajo coral es donde reside la mayor parte de mi formación, y también es una gran pasión mía, pero para hacerlo requiero de un gran equipo de personas dedicadas y talentosas”, expresó.

Dentro de ese desafío, la extensión de dos horas y media en el desarrollo significa para los artistas un ejercicio de resistencia física y emocional. “La complejidad está en hacer una obra tan larga, sin pausas y en vivo. No usamos partes pregrabadas, todo se genera en el escenario, de la primera a la última nota”, remarcó Terceros.

La consecución de las partituras también fue un trabajo arduo, el director debió recurrir a contactos de todo el mundo en una red internacional de músicos para tenerlas. Esa gestión duró meses y al terminarla se dio cuenta de que serían más de 1.000 páginas que tendría que aprenderlas para poder dirigir.

Por su lado, los cantantes y músicos también tuvieron que memorizar más de 100 páginas de escritura musical, añadiéndole a eso la interpretación y el talento histriónico en cada canción y puesta en escena.

El ensamble de las piezas

Un año atrás, con las partituras en mano, el equipo de la Orquesta Filarmónica se puso a la tarea de plasmar las ideas en papel, elaborar los presupuestos y buscar la mejor época en su agenda para realizarlo. Para ello se convocó a un equipo administrativo y ejecutivo compuesto por cinco personas.

Poco a poco, cada una de las piezas fueron encajando y, a inicios de este año, se convocó a un casting a escala nacional que obtuvo una enorme convocatoria, a la que se presentaron 200 cantantes, contó Terceros.

Acotó que se invitó a artistas con experiencia reconocida en musicales que se sumaron en las últimas etapas. El elenco cuenta con artistas de EEUU, Argentina, Brasil y, por supuesto, talentos locales.

Son piezas clave las participaciones de Karina Troiano, directora del coro, y Ray Fellman, profesor de la universidad estadounidense de Indiana. Fellman llegó como entrenador vocal para ponerse al frente de la interpretación de las canciones. El trabajo de ambos se refleja en las intervenciones de los cantantes, que en estos meses han ido adentrándose en sus personajes.

“El mayor desafío es poner todas las piezas juntas. Después de dos meses de ensayos separados, hemos pasado las últimas tres semanas en intensos ensayos, terminando y puliendo este loco rompecabezas”, aseveró McCaig.

Los personajes

Un inusitado interés despertó la convocatoria al casting para elegir al elenco. Una de esas respuestas llegó con Leonardo Weise, que interpreta el papel antagónico de Javert. Consiguió el papel y para eso le valió su experiencia como aficionado del canto y su participación actoral en series cruceñas con Safipro.

Para el papel protagónico de Jean Valjean, el cantante argentino Nicolás Martinelli fue invitado a esta presentación. Él lo había interpretado en España y estuvo en una gira europea con la obra. Además, posee una vasta experiencia en su país.

“Estoy reconectando con la historia y con el personaje que representa el hombre que se reinventa, vuelve a nacer y puede cambiar, atravesando crisis, conflictos y dudas existenciales. Se replantea algo por lo que atravesamos todas las personas y las sociedades”, descifró Martinelli.

La caracterización

La narrativa, vestuario, decoración, iluminación, escenografía y caracterización de los personajes le dan una impresionante fuerza dramática a esta nueva presentación de Los Miserables.

Es por eso que los productores buscaron el apoyo de la carrera de Diseño y Gestión de Moda de la UPSA para crear todo el vestuario; mientras que el maquillaje y la caracterización de los personajes estarán a cargo de la Escuela Mary Lizzie.

El trabajo de los maquilladores, en una primera etapa, estuvo enfocado en enseñar a cada actor a realizar su propia personificación, utilizando los tips y herramientas que ellos les proporcionan.

Durante las presentaciones, este fin de semana, un equipo de diez personas hará los retoques necesarios y guiará a los artistas en su maquillaje, explicó Mary Lizzie Ortiz, directora de la escuela.

 

El equipo de diseño de Los Miserables que desarrolló el vestuario

El diseño y la confección del vestuario estuvieron a cargo de más de 50 estudiantes de diseño y gestión de moda (UPSA)
 

Más de 50 estudiantes de la carrera de Diseño y Gestión de la Moda de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) estuvieron a cargo del diseño y la confección del vestuario de los 100 artistas primarios y secundarios que forman el elenco de Los Miserables.

Para Raquel Clouzet, jefa de carrera, estar al frente de la caracterización significó una gran oportunidad y un reto impresionante para sus alumnos, pues no solo se trata de utilizar diseños innovadores y creativos, sino fieles al patrón histórico de la Francia del siglo XIX.

“El vestuario en Los Miserables tiene una importancia trascendental, porque al ser una obra de época facilita que el público logre ubicarse en el momento histórico y le permite identificar a los personajes, sus personalidades y caracteres individuales”, indicó Jaqueline McCaig, directora musical de la obra.

Raquel Terceros, coordinadora general del musical, aseguró que la alianza con la UPSA permite a los actores desenvolverse con libertad de movimiento y estar situados en la época y cada lugar que recorre Los Miserables.

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