Un estudio entre jóvenes usuarios confirma que un desequilibro en los hábitos de uso del smartphone puede afectar la química cerebral

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10 de diciembre de 2017, 4:00 AM
10 de diciembre de 2017, 4:00 AM

La adicción al teléfono móvil y a las redes sociales puede causar desequilibrios químicos cerebrales en jóvenes usuarios que generan más trastornos como la depresión o el insomnio, según un estudio de la Universidad de Corea divulgado días atrás.

Los jóvenes adictos a as nuevas tecnologías presentaron índices significativamente superiores en depresión, ansiedad, insomnio severo e impulsividad que aquellos que mantenían un uso sano y controlado, informó en un comunicado la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA), que acogió la presentación del trabajo en su encuentro anual celebrado en Chicago, EEUU.

“A mayor índice, más severa era la adicción”, comentó Hyung Suk Seo, profesor de Neurorradiología del centro universitario con sede en Seúl y autor del estudio, sobre las pruebas realizadas a un total de 38 jóvenes y adolescentes, de los que la mitad había sido diagnosticada como adicta.

Cuestión de rutinas
Entre los 19 adictos al celular e internet, 12 recibieron sesiones de terapia de comportamiento cognitivo durante nueve semanas como parte del estudio, y todos se sometieron a un test para medir la severidad de la dependencia en el que se abordaron cuestiones relativas a las rutinas diarias, la vida social, la productividad y los patrones de sueño.

Para la realización de la investigación, los expertos emplearon también espectroscopias de resonancia magnéticas con objeto de medir la composición química del cerebro.

Estos exámenes se produjeron antes y después en aquellos que estaban recibiendo terapias y, solo en una ocasión, en quienes no presentaban problemas de salud para conocer los niveles de ácido aminobutírico (GABA), que inhabilita o ralentiza las señales cerebrales y que influye en algunas funciones como la ansiedad.

Las pruebas concluyeron que el nivel de ácido GABA -respecto a la creatina y glutamina- era mayor en aquellos que eran dependientes tecnológicos, lo que puede influir en efectos como la ansiedad o la somnolencia.
Hyung también informó de que la terapias de comportamiento cognitivo ejercidas sobre los afectados por este problema normalizó los niveles del ácido, algo que calificó como “una buena noticia”.

Según el centro de estudio Pew Research Center, el 46% de los jóvenes de EEUU dicen que no podrían vivir sin su teléfono, una muestra de que "más y más personas se vuelven dependientes de aparatos electrónicos portátiles". La RSNA es una asociación que agrupa a 54.000 radiólogos y oncólogos de radiación, entre otros especialistas y que tiene su sede en Oak Brook, en Illinois.