Accedió a información clasificada de las operaciones de inteligencia estadounidense en Afganistán e Irán

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22 de enero de 2018, 16:21 PM
22 de enero de 2018, 16:21 PM

Entre junio de 2015 y febrero de 2016, un británico de 18 años fingió por teléfono ser el entonces director de la CIA, John Brennan, o del FBI, Mark Giuliano, desde su casa familiar en Leicestershire. El chico consiguió información clasificada de las operaciones de inteligencia estadounidense en Afganistán e Irán.

La historia que se ha conocido este fin de semana recuerda a la de los “grandes” pioneros de la ingeniería social del pasado, esos primeros hackers (entonces phreakers) capaces de manipular los sistemas de telefonía de su época, con la figura de Matthew Wigman a la cabeza.

En este caso, el joven se llama Kane Gamble, y al parecer había fundado el grupo online Crackas With Attitude (CWA), quienes reclamaban ser los responsables de los ataques a numerosas cuentas de correo electrónico y teléfono.

Los informes del caso, actualmente en los juzgados, explican que Gamble fue detenido después de que se detectara la obtención de una serie de documentos confidenciales del correo privado de John Brennan (CIA), incluida una solicitud de 47 páginas para la autorización de un tipo de seguridad de alto secreto.

Al parecer, el adolescente convenció al servicio de atención al cliente de uno de los principales proveedores de internet de que era el entonces director de la CIA, de forma que con los datos obtenidos pudo acceder a sus cuentas privadas y laborales. No sólo eso, el joven empleó la misma técnica para acceder a la base de datos del FBI haciéndose pasar por el director adjunto, Mark Giuliano. En este caso, desde el servicio de atención del FBI.

Gamble también habría conseguido información de James Clapper, director de inteligencia nacional bajo el mandato del ex presidente Barack Obama, así como de la asesora adjunta de seguridad nacional de Obama, Avril Haines, su asesor científico y tecnológico senior, John Holdren, el entonces secretario de seguridad nacional, Jeh Johnson, y la agente especial del FBI, Amy Hess.