Declararon la muerte de ambos, pero el recién nacido ‘resucitó’ en la morgue

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27 de diciembre de 2018, 4:00 AM
27 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Una mujer y su bebé que estaba por nacer murieron el martes en el hospital Roberto Galindo Terán de Cobija, departamento de Pando, en manos de los médicos de turno, a los que familiares de las víctimas y parte de la ciudadanía acusan de negligentes, a raíz de que la paciente embarazada supuestamente no fue atendida de forma oportuna.

Es más, la versión de algunos testigos da cuenta de que después de que los galenos declararan muertos a la madre y al bebé, horas después, a las 14:00, cuando los cuerpos se encontraban en la morgue, notaron que el niño estaba vivo y que incluso lloró e hizo sus necesidades biológicas.

Maritza Peñaranda, allegada a la familia de la fallecida, identificada como Diana Rocha Araúz (21), manifestó que el niño falleció cuando lo llevaban al hospital. El hecho ha causado indignación en Cobija, donde un grupo de personas anunció una marcha de protesta contra los médicos del hospital.

Abren investigación

Según los parientes, la joven embarazada llegó mal a la sala de emergencia del hospital, a las 22:00, pero supuestamente no la atendieron hasta las 4:00. Según el director del nosocomio, Erwin Escalante, el estado de salud de la paciente se complicó en el momento del parto, lo que causó el fallecimiento de ambos

El Ministerio Público inició la pesquisa presionado por una muchedumbre que anoche atestó la morgue y la puerta principal del centro médico, en el que hubo muestras de impotencia por parte de los familiares.

Maritza Peñaranda mostró su desconfianza con los investigadores y el médico forense, pues ayer eran las 18:30, los cuerpos seguían en la morgue y todavía no se conocía el resultado de ambas autopsias, motivo por el que la turba pedía justicia.

De familia humilde

Diana Rocha Araúz iba a dar a luz a su tercer hijo. Proviene de una familia de escasos recursos, en el que ella era ama de casa y su marido llevaba el sustento al hogar trabajando como albañil.

Ambos vivían en el barrio Cacique de Cobija, con sus otros dos hijos: un varoncito que tiene tres años y una niña de un año y medio que quedaron huérfanos de madre.

Los dolientes esperaban anoche la entrega de los cadáveres para instalar el velatorio en el domicilio de los padres de la mujer, en el barrio Victoria.

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