El pequeño paciente está estable. Hoy será operada una niña por médicos estadounidenses y bolivianos

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3 de mayo de 2018, 4:00 AM
3 de mayo de 2018, 4:00 AM

El niño  José Andrés Heredia Urdininea (6) recibió un pedazo de hígado de su madre Raquel en un trasplante realizado el martes en el hospital Japonés por un equipo de médicos estadounidenses y bolivianos, que con esta operación han conferido un estatus importante a este nosocomio público.

El pequeño se encuentra estable en la sala de terapia intensiva recuperándose de la compleja cirugía, la única salida que tenía para seguir con vida dado su complicado estado de salud a consecuencia de un cáncer hepático que no cedió con quimioterapia.

Entre los especialistas que participaron de la obra solidaria -pues fue gratis- están los médicos Stephen Dunn, Warren Maley, Steve Stayer, Christopher Rapp y Christopher Plymire, de EEUU.

Por el lado boliviano, los galenos Gutiérrez, Espinoza, Quevedo, Soliz, Santa Cruz y otros profesionales.

Autonomía de acción
Óscar Urenda, secretario de Salud de la Gobernación, en rueda de prensa destacó el trabajo de los médicos, del centro hospitalario, del Sedes y de otras instituciones que hicieron posible el trasplante a José Andrés y harán lo propio hoy, desde las 9:00, con la niña Miriam Terrazas Ventura, de un año y medio, quien también recibirá una parte del hígado de su madre, asistidas en las cirugías por el mismo equipo.

“Nos congratulamos por esta excelente noticia de este hospital que hizo un trasplante de hígado en un  niño de seis años; es un trabajo extraordinario de muchísimas horas de esfuerzo gracias a un equipo comandado por el doctor Gutiérrez y otro equipo norteamericano a la cabeza del doctor Dunn y otros grandes profesionales que vienen a colaborarnos. Este trasplante marca una diferencia en el sistema público desde el hospital Japonés, que recupera su capacidad; vamos a seguir trabajando para que sea un hospital de referencia para trasplantes hepáticos y de riñón”, manifestó Urenda.

Stephen Dunn y su equipo se han comprometido en equipar y capacitar el personal del Japonés para que dentro de cinco años tenga autonomía para hacer otros trasplantes, dijo Urenda.