Existen mitos y verdades acerca de esta enfermedad. No exponga el rostro frente a la mascota, no la bañe después de vacunarla, estos y otros consejos útiles son dispensados por un experto

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17 de agosto de 2018, 14:00 PM
17 de agosto de 2018, 14:00 PM

“La rabia es una enfermedad vírica infecciosa que acaba siendo mortal en casi todos los casos una vez que han aparecido los síntomas clínicos. En el 99% de los casos humanos, el virus es transmitido por perros domésticos”, expresa la Organización Mundial de la Salud.

La educación sobre la conducta de los perros y la prevención de las mordeduras es fundamental junto a todo programa de vacunación contra la rabia. Es necesario mejorar el conocimiento de la gente y hacerle entender la responsabilidad que supone tener una mascota, que viene a ser un miembro más de la familia al que se debe atender y vacunar. Aquí un decálogo de aspectos que es bueno saber, detallados por el médico veterinario Fernando Seas, del Sedes.

1. La rabia es una enfermedad común en todo tipo de mamíferos, pero los perros son los mayores transmisores. Es altamente mortal, de ahí la importancia de la vacunación. La rabia se transmite por lameduras, mordeduras o araños. La presencia del virus está en la saliva del animal e ingresa al cuerpo humano por una herida o mucosa expuesta (ojos, boca o fosas nasales).

2.  Cuando se presentan los síntomas de rabia, ya sea en el animal o la persona, es muy difícil que sobrevivan. Todos los que los mostraron en el país han fallecido. La única forma de prevenir es vacunando a la mascota.

3. Una mascota es sospechosa de tener rabia si muestra cambios en su conducta. Por ejemplo, cuando su perro no sale a su encuentro cuando usted llega a la casa es señal de que tiene alguna patología y por lo que se está viviendo en Santa Cruz, tendría que sospechar de la patología de rabia.

Existen dos tipos de rabia: la muda, que no presenta signos y la furiosa, que es cuando el animal ataca. La primera produce una parálisis de maxilar inferior o parálisis sicomotora, el animal se deprime, deja de comer, a veces su garganta hace un ruido como si estuviese atragantado y muere. En los casos de rabia furiosa, la mascota ataca y muerde todas las cosas que se le ponen en frente. Tiene espasmo muscular, presenta ojos rojos y muere.

4. La vacuna que se está poniendo en Santa Cruz se llama rabisin; en palabras de Fernando Seas, médico veterinario del Sedes, es muy segura. En algunos casos se pueden producir algunos nódulos al adminsitrar la vacuna, pero estos se van a perder luego de tres días. Respecto a la recomendación de no bañarlos después de la vacuna, es lo más recomendable. Al administrarle un virus muerto (vacuna) su cuerpo va a presentar fiebre en defensa propia. Si se lo baña, estando con fiebre, y por su pelaje se va a deprimir, y animal que se deprime no come, y animal que no come se muere. Por eso es que se recomienda que no los bañen a los animales.

5. Si un perro o gato lo muerde, es importante lavar con abundante agua y jabón, así el virus rábico va a ser eliminado en gran cantidad gracias al jabón. El siguiente paso es identificar al animal para observarlo por 14 días. Luego se debe acudir al centro de salud cercano para tener una valoración médica que defina si se va a necesitar algún esquema de vacunación.

6. En caso de muerte del animal dentro de los 14 días de observación, hay un gran riesgo para el humano mordido. Lo que procede es enviar una muestra al laboratorio del cerebro de la mascota que extrae un veterinario apto para ello o algún personal de salud capacitado. El laboratorio que hace el estudio en Santa Cruz se llama Lidivet. Si el resultado sale negativo, se suspende cualquier esquema de vacunación, pero si es positivo, se vacuna a todos los contactos humanos que se hayan dado y también se vacuna a todos los perros que viven un kilómetro a la redonda de la casa del can fallecido por rabia.

7. La vacuna en la persona mordida se aplica en el brazo a nivel subcutá- neo o en la barriga. El esquema de vacunación va a variar según el animal y la zona de riesgo. La zona de riesgo puede ser baja (cuando la mordida se dio en un área donde no hay mucha irrigación nerviosa) o alta (donde hay mucha irrigación nerviosa como la cabeza, las manos, los pies y los genitales). Dependiendo de eso se pueden administrar de 10 a 16 dosis, más el suero antirrábico. Un esquema completo consiste en 14 dosis seguidas y dos de refuerzo cada dos días, más el suero que se administra alrededor de la herida.

8. Una persona contagiada de rabia presenta como primer signo la fiebre y en muchos casos adormecimiento o escozor en la zona donde fue mordida. Posteriormente, ya casi en la fase final experimenta miedo al viento, temor al agua y a la luz. El periodo de incubación de la rabia en un ser humano puede ser desde 45 días hasta ocho meses, según los casos que se han tratado en nuestro país. En la literatura internacional se da cuenta de que puede tardar hasta un año.

9. La Organización Mundial de la Salud estima que cada año mueren de rabia 59.000 personas en el mundo. Las mordeduras de perros rabiosos son la causa de la gran mayoría de esos fallecimientos. El 40% de las personas mordidas por mascotas son menores de 15 años y muchas de estas mordeduras se generan en el rostro. Por eso los expertos recomiendan no inclinarse sobre el perro para no poner la cara cerca del animal. La mirada fija entre el humano y el perro debe evitarse y los niños deben ser vigilados constantemente cuando estén en presencia de mascotas. Recordemos que el rostro es una zona de riesgo alto porque tiene mucha irrigación nerviosa.

10. Si se trata de un cachorrito, se recomienda administrar la vacuna cada seis meses (porque vivimos en una región endé- mica). Una vez la mascota cumpla un año de vida, la vacuna se la administrará una vez por año.