La niña nació con el órgano expuesto a raíz de una rara malformación que no fue detectada en el control prenatal. Anoche fue sometida a una cirugía, pese a la elevada tasa de mortalidad, pero es la única salida

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27 de noviembre de 2018, 4:00 AM
27 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Un equipo médico de la Caja Petrolera de Salud intervino quirúrgicamente anoche a la niña María Gloria Almeida Vargas para tratar de corregir la posición anormal del corazón, que se encontraba fuera del tórax, malformación congénita denominada Ectopia cordis, con la que nació la criatura hace tres días en el municipio de Guayaramerín (Beni).

En la cirugía participaron más de 10 profesionales, entre ellos tres cirujanos principales. La familia, gente del Ministerio de Salud y la prensa estaban pendientes anoche del resultado de la intervención y de la evolución de la salud de la pequeña, pues, aunque la tasa de mortalidad en estos casos raros es alta, albergan la esperanza de que el procedimiento quirúrgico sea un éxito y que el corazón colocado dentro del tórax siga latiendo.

Toda la logística disponible se movió el domingo para traer a María Gloria a Santa Cruz, con sus padres, desde su natal Guayaramerín. Gente de buen corazón, como la familia Simoni, jefes de la Fuerza Aérea Boliviana, el Ministerio de Salud y otras personas la embarcaron en una avioneta. En la capital cruceña la internaron en la Caja Petrolera, donde en la jornada de ayer le hicieron los estudios correspondientes, incluida una angiotomografía en la clínica Incor, antes de introducirla al quirófano.

“Emplearemos varias horas en la cirugía; luego pasará a la Unidad de Cuidados Intensivos e iremos viendo cómo evoluciona el caso. Técnicamente se trata de devolver el corazón a la caja torácica o tratar de hacer una cavidad con una plastia, que son unos parches especiales. Es una cirugía de alto riesgo porque es una patología compleja, muy rara. La mortalidad es elevada, pero la operación es la única chance que tiene de sobrevivir”, explicó antes de entrar a quirófano Julio Vela Guerra, uno de los tres cirujanos cardiovasculares que intervino a la niña.

Segundo caso en Bolivia

Alfredo Romero Dávalos, reconocido cardiólogo y director de la clínica Incor, reveló que es el primer caso que conoce de Ectopia cordis referido desde Beni. “No se ha sabido de otro caso en los más de 50 años que llevo en la profesión”, indicó el médico y agregó que la recuperación de la pequeña dependerá de que no sufra de otras anormalidades.

“El corazón late bien aunque está un poco crecido. La angiotomografía dará mucha orientación a los médicos”, dijo el experimentado profesional.

En realidad, el caso de María Gloria es el segundo de Ectopia cordis registrado en el país, tal como lo confirmó ayer el ministro de Salud, Rodolfo Rocabado. El anterior paciente fue un niño que nació en Mairana y en junio de 2016 fue operado en el Hospital de Niños Mario Ortiz.

El niño fue sometido a tres cirugías exitosas, pero posteriormente falleció a consecuencia de un cuadro infeccioso, situación que se quiere evitar en este segundo caso. Por ese motivo, el ministro Rocabado anunció que su despacho correrá con los gastos que conlleven el acto quirúrgico, los exámenes complementarios y el proceso posoperatorio.

Padres preocupados

Birmania Vargas Freitas (30) y su esposo, Dixon Almeida Áñez (30), paseaban nerviosos anoche por los pasillos del hospital del seguro petrolero, pues están conscientes del riesgo que corre la niña, que nació a las 8:45 del sábado.

“Me sentó muy mal cuando vi que el corazón le palpitaba fuera de su pechito. Nunca pensé que podía pasar eso, porque me hice los controles prenatales y los médicos no detectaron la malformación”, dijo entre lágrimas Birmania, a quien le inquieta el hecho de que la niña no chupa de sus pechos desde que nació.

El marido trabaja en un sindicato de transporte pluvial, oficio que ha dejado por estar cerca de su pequeña. La pareja dejó a sus otros tres hijos en ‘Guayará’ al cuidado de una de las abuelas.

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